Investing.com – El ritmo de expansión del sector británico manufacturero se ralentizó en marzo, según datos publicados este martes, pero la recuperación siguió siendo sólida y se continuó creando empleo en el sector con mucha fuerza.
Según Markit, su índice de gestores de compras del sector manufacturero británico cayó el mes pasado hasta alcanzar mínimos de ocho meses en 55,3, frente a la lectura de febrero de 56,2 revisada a la baja. Los analistas habían previsto que el índice manufacturero ascendiera hasta los 56,7 puntos.
La caída se debió a la ralentización del ritmo de incremento de producción y nuevos negocios. Los pedidos de exportación nuevos siguieron disminuyendo; el informe de marzo indicaba 10 meses de crecimiento ralentizado.
El informe evidenciaba que era muy probable que la lectura decepcionara a los mercados, pero indicaba también que debía considerarse en el contexto del ritmo de crecimiento casi histórico experimentado durante la segunda mitad del año pasado.
“El clima del crecimiento es cálido, más que abrasador, y los mensajes que se desprenden de la encuesta de marzo indican que la recuperación sigue siendo sólida y que el sector continúa creando empleo a muy buen ritmo”, declaró Rob Dobson, economista senior de Markit.
El empleo en el sector aumentó en marzo por decimoprimer mes consecutivo; la tasa de crecimiento de empleo se mantuvo próxima a los máximos de casi tres años registrados en febrero.
El informe indicaba también que se siguió aliviando la presión de los precios, ya que disminuyeron los costes de los insumos y la inflación de los precios de venta se ralentizaron hasta alcanzar mínimos de siete meses.
“Es muy probable que el comité de política monetaria del Banco de Inglaterra perciba esta combinación de un crecimiento ralentizado aunque sostenido de la producción y una tendencia debilitada de los precios del sector manufacturero como un medio para mantener su actual postura en cuanto a política monetaria”, añadió Dobson.
La tasa de inflación del Reino Unido cayó el mes pasado hasta alcanzar nuevos mínimos de cuatro años en el 1,7%, lo que corroboraba el mensaje del Banco de Inglaterra de que no hay ninguna prisa para subir los tipos de interés.