Lisboa, 29 jun (EFE).- La incertidumbre creciente sobre la situación de Grecia en la Unión Europea (UE) provocó hoy fuertes caídas en la Bolsa de Lisboa e hizo que aumentara, aunque de forma moderada, la presión sobre la deuda soberana de Portugal.
Durante las primeras horas de sesión, el principal selectivo luso, el PSI-20, llegó a perder más de un 6 %, el mayor retroceso intradía registrado en los últimos dos años.
Entonces fue la amenaza de crisis política generada por la dimisión del ministro de Exteriores, Paulo Portas -a la sazón líder de uno de los dos partidos que conforman el Gobierno luso-, lo que motivó las dudas de los inversores.
A las 14.00 (hora local), el índice lisboeta moderaba su desplome pero bajaba igualmente más de un 4,4 %, con sus 18 empresas cotizadas teñidas de rojo.
El sector financiero se situó entre los principales perjudicados de la jornada y el Banco Comercial Portugués (LISBON:BCP) (BCP) caía casi un 10 %, el mayor retroceso de toda la Bolsa de Lisboa.
El Banco Portugués de Inversiones (BPI (LISBON:BBPI)) cedía un 6 % y el Banco Internacional de Funchal (Banif (LISBON:BANIF)) se dejaba más de un 7 %, mientras que las constructoras Mota-Engil (LISBON:MOTA) y Teixeira Duarte (LISBON:TDSA) perdían mas de un 8 % en ambos casos.
En el mercado secundario de deuda, los títulos portugueses a diez años -utilizados como referencia por los analistas- rondaban el 3 % de interés, tres décimas más que a cierre del viernes.
Aún así, cotizaron por debajo del máximo anual, que se sitúa en el 3,2 % y que se alcanzó a mediados de junio.
El Gobierno luso procuró hoy alejar la imagen del país de la de Grecia y recordó que no existe comparación posible entre ambos debido al positivo ciclo económico en el que se encuentra Portugal y su exitosa salida del rescate financiero, conseguida en mayo de 2014.