Lisboa, 7 may (EFE).- La presión que ejercen los mercados sobre la deuda de Portugal se agravó esta semana en línea con el resto de Europa, lo que llevó la rentabilidad de los títulos a diez años por encima del 2,7 %, máximo desde comienzos de febrero.
De esta forma, la rentabilidad de las obligaciones lusas a diez años se alejan cada vez más de los mínimos alcanzados a mediados de marzo, cuando llegaron al 1,5 %.
Las mismas subidas se producían en la rentabilidad de los títulos a cinco años, que superó el 1,3 %, frente al mínimo del 0,7 % alcanzado en abril.
El periodo de bajadas generalizadas en el rendimiento de la deuda soberana europea vivido en los últimos meses parece haber llegado a su fin y la deuda alemana registra las mayores subidas.
La única excepción fue Grecia, donde la incertidumbre por la llegada de Syriza al Gobierno mantuvo las rentabilidades en niveles altos en los últimos meses.
Al contrario que en el resto del continente, el interés de los bonos griegos a diez años bajaba hoy, aunque se mantenía en el entorno del 10 %.
A pesar de las subidas, la deuda lusa sigue lejos de los máximos alcanzados durante los peores momentos de la crisis, a finales de enero de 2012.
Entonces, sus títulos a diez años llegaron a superar el 17 %.
La imposibilidad de financiarse a intereses sostenibles había obligado al Gobierno luso a solicitar la asistencia financiera del Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Unión Europea (UE) en abril de 2011.
El Estado portugués, que recibió un préstamo de 78.000 millones de euros a cambio de aplicar un plan de ajustes y reformas, cerró con éxito el programa de rescate hace un año.