Kristalina Georgieva, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), ha subrayado la necesidad de que China realice una transición desde una economía impulsada por las exportaciones hacia una basada en el gasto del consumidor para evitar una desaceleración significativa del crecimiento. En una entrevista, Georgieva advirtió que, de seguir la trayectoria actual, el crecimiento de China podría caer por debajo del 4% a medio plazo, lo que plantearía importantes desafíos sociales.
En vísperas de las reuniones anuales del FMI y el Banco Mundial en Washington, Georgieva señaló que China se encuentra en un momento crítico en el que debe reorientar su estrategia económica. Indicó que el tamaño de China en el mercado global ha alcanzado un punto en el que su modelo de crecimiento basado en las exportaciones ya no es sostenible. Según las investigaciones del FMI, China podría lograr tasas de crecimiento más elevadas si implementa políticas que impulsen la confianza del consumidor.
Georgieva reconoció los recientes planes de estímulo fiscal de China como un paso en la dirección correcta, con el objetivo de reactivar la confianza del consumidor, mermada por una prolongada crisis inmobiliaria. Sin embargo, hizo hincapié en la necesidad de reformas más profundas. Estas incluyen la revisión del sistema de pensiones, la creación de una red de seguridad social para reducir la dependencia de grandes ahorros precautorios, y la inversión en sectores subdesarrollados como la sanidad y la educación.
La directora gerente del FMI también abordó las preocupaciones sobre la postura del organismo respecto a las políticas industriales y cambiarias de China. En respuesta a los comentarios de un funcionario del Tesoro de EE.UU. que tachó al FMI de "demasiado cortés", Georgieva defendió la posición de la organización, afirmando que el FMI ha abogado constantemente por reformas de subsidios y un trato igualitario entre empresas estatales y privadas en China.
Se prevé que las discusiones en las próximas reuniones del FMI y el Banco Mundial se centren en los desafíos planteados por el aumento de las exportaciones chinas y las tensiones comerciales resultantes. Estas tensiones han llevado a un incremento de las barreras arancelarias por parte de EE.UU., Europa y otros países, especialmente en sectores como el de los vehículos eléctricos. Las declaraciones de Georgieva llegan en un momento en que el panorama económico global está experimentando cambios significativos, y las políticas económicas de China se encuentran bajo un estrecho escrutinio.
Reuters contribuyó a este artículo.
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