Berlín, 12 ago (.).- La economía alemana perdió ímpetu en el segundo trimestre del año, tras un arranque de 2016 bajo el signo del vigoroso crecimiento y a pesar de que su motor tradicional, la exportación, mantiene su buen comportamiento, ayudado por el consumo privado.
De acuerdo con las cifras difundidas hoy por la Oficina Federal de Estadística (Destatis), el crecimiento del producto interior bruto (PIB) alemán en el segundo trimestre del año se situó en el 0,4 % respecto al periodo trimestral anterior.
Esto supone una notable ralentización en comparación con la expansión experimentada por la economía alemana en los tres primeros meses del año, cuando el crecimiento se situó en el 0,7 % respecto a los últimos tres meses del año anterior.
La pérdida de ímpetu a escala trimestral contrasta, sin embargo, con la comparativa interanual, ya que de acuerdo a las cifras de Destatis, el crecimiento del PIB respecto al mismo periodo del año anterior se situó en el 3,1 %.
Se trata del mayor impulso interanual de los últimos cinco años y el indicador que permite al Gobierno defender aún como "robusta" la situación de la economía alemana, incluso considerando que, según matiza Destatis en su comunicado, desprovisto de factores estacionales este aumento respecto a 2015 se reduce al 1,8 %.
La pérdida de ímpetu de la economía alemana, por lo demás, no era una sorpresa, ya que había sido vaticinada tanto por la mayoría de los expertos como por el Gobierno de la canciller Angela Merkel.
El ministerio de Economía había avanzado ya ayer, en un comunicado de rutina con los últimos datos coyunturales, que se había observado "cierta ralentización" en el segundo trimestre del año.
Finalmente, el debilitamiento fue incluso menor que lo anteriormente pronosticado por algunos analistas, que habían evaluado el crecimiento trimestral en un 0,2 %.
En su último informe mensual, el banco central alemán, Bundesbank, apuntaba a un nuevo impulso para la segunda mitad del año, lo que incide en la defensa del término "robustez" aplicado por el ministerio de Economía para la economía del país.
El sector exportador se comportó de nuevo como el motor de la primera economía europea y registraron un aumento respecto al trimestre anterior, mientras que las importaciones experimentaron un ligero descenso.
Según las últimas cifras de Destatis, las exportaciones alemanas subieron en junio un 1,2 % interanual y un 0,3 % respecto al mes anterior.
El aumento experimentado por el consumo privado se atribuye a los escasos incentivos inversores, ya que los tipos de interés bajo mínimos actuales no animan al ahorro.
Los bajos precios persistentes en el sector energético, por otro lado, descargan la economía doméstica y actúan asimismo en beneficio del consumo.
La situación del mercado laboral sigue siendo sólida, con las cifras de desempleados en su nivel más bajo de los últimos 25 años -el pasado julio, la tasa de desempleo se situó en el 6 %, con un total de 2,661 millones de parados-.
Los datos de la ocupación han ido asimismo de récord en récord y se mantienen asimismo en niveles muy altos, con 43,5 millones de personas residentes en el país laboralmente activas, según las últimas cifras correspondientes en este caso a junio.
La inflación sigue siendo baja y, de acuerdo a los datos difundidos asimismo por Destatis este viernes, la tasa interanual se situó en el 0,4 %, mientras que el nivel de salarios y pensiones de jubilación es estable.
Este dato, poco positivo desde la perspectiva macroeconómica o de los objetivos del Banco Central Europeo (BCE), que establece como "deseable" una inflación algo por debajo pero cerca del 2 %, contribuyen en cambio al buen ánimo del consumidor privado.
El reverso de la medalla lo ofrecieron las inversiones industriales, especialmente en el ámbito de la maquinaria y de la construcción, que experimentaron un descenso.