Sao Paulo, 1 dic (.).- La economía brasileña avanza hacía un tímido despegue tras dos años de profunda recesión, con un crecimiento del 0,1 por ciento en el tercer trimestre que arroja una subida acumulada del 0,6 por ciento en este año, según datos oficiales divulgados hoy.
Según datos del estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), el leve crecimiento del tercer trimestre confirma la moderada tendencia al alza que se viene registrando este año, con un aumento del 1,3 % en el primer trimestre y del 0,7 % del segundo en relación a los mismos periodos del ejercicio anterior.
En comparación con el tercer trimestre de 2016, el resultado difundido hoy supone un aumento del 1,4 % , y en el acumulado del año, desde enero, el avance alcanza el 0,6 por ciento.
Aunque las cifras están por debajo de las previsiones de los economistas del mercado financiero, ratifican la tímida recuperación de la economía brasileña, que sigue golpeada por los altos índices de desempleo, que afectan al 12,2 por ciento de la población activa, más de 12,7 millones de trabajadores.
Según los analistas, el sector agropecuario, que se contrajo un 3 % respecto al periodo abril-junio, lastró las posibilidades de crecimiento del tercer trimestre, aunque se mantiene como uno de los pilares de la economía local, con una mejora acumulada del 14,6 en lo que va de año.
Tampoco el sector industrial logró un gran desempeño y avanzó un 0,8 %, mientras que el de servicios, que responde a cerca del 70 % del PIB brasileño, creció un 0,6 %.
El tímido avance de la economía brasileña se suma a otras señales que el Gobierno de Michel Temer interpreta con optimismo, como que por primera vez en año y medio la inversión entre las empresas haya subido, o la ligera reactivación del consumo de las familias, que gastaron un 0,4 por ciento más en el tercer trimestre.
No obstante, la tasa de inversión en el tercer trimestre se limitó al 16,1 por ciento, dos décimas por debajo de la del mismo periodo del pasado año, y casi diez menos de lo deseable para un país como Brasil, según los expertos.
Brasil ha salido técnicamente de la recesión, pero la expansión en los últimos tres trimestres no es suficiente todavía para recuperar los siete puntos porcentuales perdidos entre 2015 y 2016, cuando el país registró su peor recesión en décadas.
La economía brasileña se contrajo un 3,5 % en 2015 y otro 3,6 % en 2016, con lo que encadenó dos años consecutivos de crecimiento negativo por primera vez desde la década de 1930.
Para Nelson Marconi, profesor de la Escuela de Economía de Sao Paulo de la Fundación Getulio Vargas, "el crecimiento del tercer trimestre está dentro de lo esperado".
"Hay estabilidad", opinó el experto consultado por Efe, que consideró que "no hay grandes cambios en el horizonte" y confió en que el ritmo se mantenga en los próximos trimestres.
"El dato mas sorprendente fue la inversión productiva en infraestructura. Si hay luz en el fin de túnel es por el aumento de la inversión productiva", apuntó.
No obstante, subrayó que, si bien "la economía esta más o menos estable, todavía no fue consolidada la recuperación. La economía paró de caer y está estable en el fondo del pozo".
A su juicio, "el desempleo continúa preocupando, el hecho de que el Gobierno no una tenga estrategia clara para estimular la demanda también preocupa y preocupa la situación fiscal, que parece que el año que viene va a empeorar".
Los analistas del mercado financiero prevén que la economía cerrará 2017 con un crecimiento del 0,73 % y se expandirá un 2,58 % en 2018.