Por Toby Sterling
UTRECHT, Holanda (Reuters) - El Banco Central Europeo se enfrenta a unos límites claros sobre el uso de los tipos de interés negativos, pero la inflación, su mayor preocupación, en realidad podría sorprender al alza tras años de pronósticos fallidos, dijo el miércoles vicepresidente del BCE, Vitor Constancio.
El BCE está luchando contra una inflación muy baja que no ha logrado su objetivo de llegar al nivel inferior pero cercano al 2 por ciento durante tres años consecutivos, a pesar de que el banco está comprando 1,74 billones de euros en activos con la esperanza de impulsar el crecimiento, el empleo y, finalmente, los precios.
Sin embargo, a pesar de este estímulo sin precedentes, el banco sólo espera que la inflación sea del 1,6 por ciento en 2018, una visión que podría ser demasiado pesimista según Constancio, dado que aún hay medidas que no se han implementado.
"Personalmente creo que si no ocurren nuevas turbulencias en la economía mundial podremos alcanzar un nivel ligeramente más alto de inflación en 2018", dijo Constancio en una conferencia en Utrecht.
"Nuestro paquete de medidas sobre política monetaria adoptado en marzo no se ha puesto en marcha por completo y todavía va a producir efectos en los próximos meses", añadió.
El BCE empezó la semana pasada su compra de bonos corporativos y ofrecerá una nueva ronda de préstamos a precios ultra bajos a finales de mes, dejando en el aire posibles estímulos adicionales.
También se espera que el banco mantenga tipos en territorio negativo por un "periodo prolongado", pese a que cada vez es más consciente de sus negativos efectos secundarios.
"Hay límites al uso de tipos negativos si se mantienen durante un periodo prolongado de tiempo", dijo Constancio. "En algún momento los bancos podrían estar trasladando el coste de los tipos negativos al aumentar las tasas de sus préstamos para mejorar sus márgenes, algo que sería perjudicial para nuestros objetivos finales".
Sin embargo, Constancio dijo que los bancos se beneficiarán en general hasta 2017 y que no había signos de burbujas de activos, aunque las voces críticas desde Alemania sostienen que los tipos bajos están presionando a los bancos y erosionando el ahorro de los hogares.
"Unidos con las autoridades nacionales, estamos preparados para intervenir con las herramientas regulatorias y supervisoras que hagan falta", dijo Constancio.