WASHINGTON (Reuters) - La Reserva Federal de Estados Unidos ratificó el miércoles su plan de poner fin a su programa de estímulo con compras de bonos y aumentó la evaluación positiva de la economía, al tiempo que reiteró que no está apresurada para subir los tipos de interés.
El banco central estadounidense recortó sus compras mensuales de activos a 25.000 millones de dólares desde 35.000 millones de dólares, y avanza en el camino para cerrar el programa en los próximos meses.
La Fed reiteró que probablemente mantenga los tipos de interés cerca del cero por ciento por un "tiempo considerable" tras poner fin a las compras de bonos, y ratificó que es necesaria una política "expansiva".
La Fed mantiene los tipos de interés cerca de cero desde diciembre de 2008 y ha cuadruplicado con creces su hoja de balance a 4,4 billones de dólares mediante una serie de programas de compras de bonos.
El banco central estadounidense citó la mejoría en las condiciones del mercado laboral y un declive del desempleo, a la vez que reconoció un avance de la inflación.
"La inflación se ha desplazado de alguna manera más cerca del objetivo de largo plazo del comité", dijo el panel de política monetaria de la Fed tras una reunión de dos días.
Esa mención fue diferente a su anterior comunicado, sugiriendo que el banco central está dedicando mucha atención al riesgo de inflación.
El Gobierno informó el miércoles de que la economía de Estados Unidos creció a una tasa anual del 4 por ciento en el segundo trimestre, una cifra que probablemente amplió el debate en la Fed en torno a lo rápido que deberían subir los tipos.
Varios funcionarios de la Fed han expresado su inquietud de que el banco central corra el riesgo de exagerar su política de tipos bajos y genere una inflación indeseable. Otros, entre ellos la presidenta Janet Yellen, han argumentado que se mantiene una considerable debilidad en la economía y que no es conveniente avanzar apresuradamente.
"Lo que nos quieren decir es que están vigilantes, que inflación y salarios aún no muestran señales de peligro", dijo poco antes del anuncio el economista jefe de Pierpont Securities Stephen Stanley.