Por Jan Strupczewski
BRUSELAS (Reuters) - La Comisión Europea está considerando penalizar a España y Portugal por no cumplir con los objetivos de reducción de déficit, pero también es probable que les de más tiempo para reducir su diferencia presupuestaria con los límites de la UE, dijo un responsable familiarizado con el asunto.
Esto sería algo sin precedentes en las dos décadas desde que estas normas se introdujeron antes de la entrada del euro.
La Comisión podría recomendar, sin embargo, tan sólo una sanción simbólica, que podría alcanzar hasta el 0,2 por ciento del PIB - o 2.160 millones de euros para España y 359 millones de euros para Portugal -, pero también podría ser del cero por ciento.
"Hay una posibilidad de que la Comisión recomendara sanciones y al mismo tiempo recomendara que se redujeran al cero por ciento", dijo un responsable.
Esta solución indicaría que la Comisión está preparada para aplicar las reglas e incrementar la presión política a través del señalamiento político, pero a la vez evitar el impacto económico de pagar una multa a países que ya tiene dificultades.
De acuerdo con las leyes presupuestarias de la UE, la Comisión está a cargo de la política presupuestarias de los 28 miembros para asegurarse de que mejora cada año de acuerdo con las recomendaciones decididas por los ministros de Finanzas de la UE.
Las reglas fueron endurecidas en 2011 para hacer que las sanciones financieras para los que rompiesen las normas fueses automáticas y más difíciles de evitar con alianzas políticas como ocurría en el pasado.
En la UE, los gobiernos no pueden tener déficits mayores del 3 por ciento del PIB o deudas por encima del 60 por ciento del PIB, y deber recortar su déficit estructural un 0,5 por ciento del PIB cada año hasta que se acercan al equilibrio o entran en superávit.
Los ministros de la UE pidieron a España que recortara su déficit al 4,2 por ciento del PIB el año pasado, desde el 5,9 por ciento en 2014, pero en cambio los datos verificados la semana pasada mostraron que acabó en el 5,1 por ciento.
Puesto que la diferencia es tan grande, la extensión que podría otorgarse a España podría ser de más de un año. El déficit de España en 2016 debía ser del 2,8 por ciento.