París, 23 ago (.).- El Gobierno francés indicó hoy que las cotizaciones salariales bajarán el año próximo, un proceso escalonado en dos etapas -en enero y en otoño-, y confirmó que para compensar esa baja en la recaudación fiscal subirá otro impuesto, la Contribución Social Generalizada (CSG).
En un comunicado, el Ministerio de Hacienda señaló que la disminución global de esas cotizaciones sociales que abonan los asalariados será una forma de dar "7.000 millones de euros de poder adquisitivo a los activos".
Un dinero que espera compensarlo para las cajas públicas con el incremento del tipo de la CSG (una tasa que grava todos los ingresos, los de trabajo, pero también los de capital) del 7,5 % al 9,2 %.
"Esta medida tiene por objetivo repartir más equitativamente la financiación de la protección social para aliviar el peso para los activos", justificó el ministerio.
En la práctica, se suprimirán las cotizaciones de paro (2,4 %) y de sanidad (0,75 %), lo que teniendo en cuenta el alza de la CSG supondrá que una persona que trabaja y percibe el equivalente del salario mínimo (1.153 euros netos al mes) obtendrá 260 euros suplementarios al año.
El Ejecutivo explicó que el calendario exacto de esta reforma se detallará en el momento en que se presente el proyecto de presupuestos, previsto en septiembre, pero avanzó que desde el 1 de enero ya se ejecutará una parte de la disminución de las cotizaciones, a la que seguirá otra segunda parte "en el otoño de 2018".
"Les Echos" aseguró hoy que esa organización en dos fases de las cotizaciones responde a la intención de conseguir una mayor recaudación fiscal el año próximo, ya que la subida de la CSG se aplicará desde el 1 de enero.
Se trata de conseguir mayores ingresos en un año en que el Gobierno espera cumplir con su compromiso de que el déficit público no supere el listón del 3 % del producto interior bruto (PIB), señaló el diario económico.