Lisboa, 22 jul (EFE).- Portugal colocó hoy con éxito 600 millones de euros en deuda con vencimiento a 22 años, el plazo más largo subastado por el país desde 2009, antes de la crisis que acabó por llevar a Lisboa a solicitar el rescate financiero.
Según los datos del Tesoro luso, los inversores compraron estas obligaciones -que vencen en 2037- a cambio de una tasa de interés del 3,51 %, cifra que fue considerada como positiva por diferentes analistas lusos.
La demanda para comprar estas obligaciones multiplicó por 1,7 la oferta, reflejo de la confianza que despierta actualmente en los mercados Portugal, que abandonó el programa de asistencia financiera suscrito con la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) en mayo de 2014.
También hoy, Lisboa vendió otros 900 millones de euros en títulos a cinco años, por los que pagó un interés del 1,42 %, más de un punto por debajo de la rentabilidad exigida por los inversores en mayo para adquirir deuda a seis años.
El Tesoro luso colocó de esta forma un total de 1.500 millones de euros, 250 millones más de lo que tenía previsto inicialmente para la subasta de hoy.
La emisión se produjo en un contexto de relativa calma en los mercados, que sucede a las turbulencias registradas en semanas anteriores por el temor a la salida de Grecia del euro.
La inestabilidad generada entonces apenas afectó a Portugal en el plano financiero, ya que la presión sobre su deuda aumentó de forma leve.
Concretamente, sus títulos a diez años -utilizados como referencia- llegaron a cotizar al 3,1 % en los momentos de mayor tensión, tasa considerada todavía como sostenible por los expertos, y ya esta semana regresó al entorno del 2,5 %.
Los bajos intereses exigidos por los inversores para comprar deuda portuguesa han permitido al país contar con un remanente financiero suficiente para protegerse durante meses de futuras crisis, según el Gobierno luso, que también aprovechó la coyuntura favorable para adelantar el pago de los préstamos concedidos por el FMI.