Davos (Suiza), 19 ene (EFE).- Los altos ejecutivos españoles son los segundos más optimistas del mundo, sólo por detrás de los de la India, ya que un 54 % se muestra claramente positivo sobre la evolución de sus negocios y de la economía, pese a reconocer riesgos evidentes como la incertidumbre geopolítica, según PWC.
Así lo refleja una encuesta realizada por la consultora estadounidense entre 1.400 consejeros delegados de todo el mundo, entre ellos 46 españoles, que se ha presentado en el Foro Económico Mundial de Davos.
Frente a este 54 % de encuestados españoles que dibuja buenas perspectivas para el futuro, sólo un 35 % en todo el mundo comparte esta opinión; esto sitúa a los españoles en segunda posición sólo por detrás de los de la India (64 %).
El entusiasmo de los directivos españoles es palpable y un 74 % de los encuestados ve ahora más oportunidades que hace tres años, frente a un 66 % de directivos de todo el mundo que opina "exactamente lo contrario".
Hasta un 59 % se muestra dispuesto a aumentar su plantilla este año, destaca la encuesta de PWC.
Todo ello contrasta vivamente con la opinión de los directivos del resto del mundo, donde sólo un 35 % se muestra confiado en el futuro.
La principal amenaza para los grandes ejecutivos españoles la constituye la incertidumbre geopolítica, ala que un 91 % de los encuestados sitúa en primera posición, por encima de la regulación (87 %) o la respuesta de los gobiernos al déficit fiscal (76 %).
Fuera de España es la regulación lo que más preocupa (79 %), por delante de la incertidumbre geopolítica, la volatilidad de los tipos de cambio o la falta de talento.
PWC achaca al reajuste de la economía china, la caída de los precios del petróleo y las amenazas terroristas y los conflictos en Irak y Siria los recelos de los ejecutivos mundiales, que ha caído diez puntos desde la pasada edición de la encuesta, en 2015.
Estados Unidos, México, China, Brasil y Alemania son los mercados más atractivos para los empresarios españoles, mercados entre los que por primera figura el país azteca.
Los directivos del resto del mundo se inclinan por Estados Unidos, China, Alemania, Reino Unido e India, lo mismo que el año pasado.
A corto plazo, un 43 % de los españoles encuestados asegura que acometerá alianzas estratégicas, un 41 % confía en reducir costes y un 30 % realizará compras en el mercado nacional.
Tanto los españoles como sus colegas del resto del mundo coinciden en señalar los avances tecnológicos como el elemento que en mayor medida contribuirá a transformar las compañías, por delante de los cambios demográficos y de los cambios en la evolución de las grandes potencias económicas y en la posición que ocupan.
También hay unanimidad a la hora de destacar la creación de beneficios a largo plazo frente a los objetivos cortoplaclistas, así como sobre la necesidad de crear riqueza y valor para el mayor número de grupos de interés -empleados, clientes, reguladores, la sociedad en su conjunto-, y no sólo para los accionistas.
En un contexto cambiante, en el que se ven sucesos "impensables" hace poco, cada vez menos globalizado y más fragmentado y "multipolar", un 59 % de ejecutivos cree que coexistirán distintos modelos económicos, y un 75 % cree que el comercio mundial se ordenará en grandes bloques regionales.
Un 80 % de todos los encuestados cree que deberán convivir "sistemas legales y de libertades" muy divergentes.