Por Dmitry Madorsky
PUESTO FRONTERIZO DONETSK/IZVARINO Rusia (Reuters) - Los primeros camiones del convoy de ayuda ruso cruzaron la frontera de vuelta a Rusia el sábado tras haber provocado una ola de indignación en las capitales occidentales en la víspera al haberse adentrado en Ucrania sin permiso del Gobierno de Kiev.
El regreso de los camiiones podría aliviar algo la tensión a tiempo para la llegada de la canciller alemana Angela
Merkel a la capital ucraniana el sábado, donde mantendrá conversaciones sobre cómo poner fin a la crisis de Ucrania.
Líderes occidentales se unieron a Kiev al considerar al convoy ruso -unos 220 camiones pintados de blanco cargados con alimentos en lata y agua embotellada-- como una incursión ilegal en territorio ucraniano y exigieron su inmediata retirada.
Un periodista de Reuters en el puesto fronterizo Donetsk-Izvarino, desde el que el convoy había entrado en Ucrania el viernes, dijo que unos 10 camiones habían regresado a Rusia y que podían verse otros más lejos viniendo hacia la frontera.
La televisión pública rusa había retransmitido antes imágenes de algunos de los camiones descargando mercancía en un depósito de distribución en la ciudad de Luhansk, en el este de Ucrania.
La ciudad, tomada por rebeldes separatistas que están rodeados por fuerzas del gobierno ucraniano, lleva sin suministro de electricidad y agua varias semanas, y los organismos de ayuda internacionales han advertido de una crisis humanitaria.
La OTAN dijo que había pruebas de que las tropas rusas habían disparado artillería contra las fuerzas de Kiev dentro de Ucrania, lo que desató acusaciones por parte de Occidente de que el Kremlim se encuentra detrás del conflicto en un esfuerzo para minar el liderazgo occidental en Kiev.
La Casa Blanca presentó las mismas alegaciones. "Hemos visto uso de artillería rusa en Ucrania en los últimos días", dijo el vice asesor de seguridad nacional estadounidense, Ben Rhodes.
Rusia niega haber dado ningún tipo de material de ayuda a la rebelión en el este de Ucrania, una zona de mayoría rusoparlante, y acusa a Kiev, con el apoyo de Occidente, de librar una guerra contra civiles inocentes.
El conflicto en Ucrania ha llevado a las relaciones entre Rusia y Occidente a su peor momento desde la guerra fría y ha provocado una ola de sanciones comerciales que están dañando las ya frágiles economías de Europa y Rusia.