La Paz, 14 abr (EFE).- Miles de manifestantes bloquearon hoy gran parte de La Paz y otras ciudades bolivianas en el octavo día de huelgas, marchas y disturbios por demandas salariales, y cercaron la residencia del presidente Evo Morales, que desde el miércoles viajó a inaugurar obras en el sur del país.
También siguen las protestas en Santa Cruz (este), Cochabamba (centro) y Tarija (sur), donde está Morales, en reclamo de un ajuste salarial mayor y más general que el 10 % que decretó el mandatario para el sector privado y unas pocas áreas estatales (policías, militares, maestros y trabajadores de la salud).
En la localidad tarijeña de Yacuiba, cerca de Argentina, la Policía dispersó en la mañana con gases lacrimógenos a maestros que intentaban acercarse a Morales durante una de las inauguraciones, informaron medios de esa región fronteriza.
En La Paz, miles de educadores rurales, que antes respaldaban a Morales, bloquearon todas las vías principales desde primera hora, según constataron corresponsales de Efe.
La residencia presidencial, que está a medio camino entre el centro histórico de la ciudad y la próspera Zona Sur, estuvo cercada durante varias horas por los maestros, pese a estar rodeada de cuarteles, pero no hubo incidentes mayores.
Dirigentes sindicales explicaron que dado que los policías reprimieron durante toda la semana el acceso a la Plaza Murillo, donde están los palacios del Gobierno y del Legislativo, decidieron hoy cercar la casa de Morales.
Las protestas están encabezadas por la Central Obrera Boliviana (COB), hasta hace poco aliada de Morales y en el pasado causante de la caída de varios Gobiernos, cuyos líderes rechazan negociar con los ministros y exigen hacerlo directamente con el presidente.
"Nosotros hemos llevado a Evo Morales al Gobierno, pero hoy en día se está durmiendo y olvidando de esta clase social que lo ha llevado al poder", declaró a Efe el dirigente Edwin Aldana, uno de los maestros que dirigió el cerco a la residencia.
Agregó que el magisterio vio "con mucha pena la equivocación económica" de Morales en diciembre pasado, cuando decretó por sorpresa el llamado "gasolinazo", una subida de precios de los combustibles hasta en un 82 % que tuvo que retirar pocos días después ante la presión de numerosos sectores.
Según Aldana, a pesar de aquella marcha atrás, que muchos bolivianos llaman "reculazo", los precios de los alimentos subieron hasta "en un 100 %" y no han vuelto a bajar.
El Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla) informó el miércoles que los precios de los alimentos aumentaron en Bolivia 18,5 % entre marzo de 2010 y el mismo mes de este año, 7,4 puntos más que el 11,1 % de inflación general que divulgó el Gobierno para ese periodo.
Los maestros suspendieron el cerco a la residencia de Morales al mediodía, pero su marcha y otras más, entre ellas una de médicos y trabajadores de la salud y la seguridad social, colapsaron casi todo el día La Paz, sede del Gobierno y el Legislativo (aunque la capital oficial de Bolivia es Sucre).
Los manifestantes critican a Morales, aseguran que su Gobierno y los anteriores de la derecha "son lo mismo", y dicen que el "cambio social" que predica el mandatario no llega a las más pobres.
También lo acusan de haber escapado desde el miércoles a Tarija, en vez de reunirse con la COB para solucionar el conflicto.
El ministro boliviano de la Presidencia, Oscar Coca, aseguró en una rueda de prensa que, salvo lo ocurrido en La Paz, las actividades productivas y económicas del país no están alteradas.
Coca denunció "acciones de terror y vandalismo" de los sindicalistas, pero analistas políticos y diplomáticos comentan que las manifestaciones de los últimos días no han sido más violentas que las encabezadas por Morales y sus colaboradores y aliados cuando estaban en la oposición. EFE
ja-mqt-am/eat
(foto) (audio) (vídeo)