Lisboa, 11 jul (EFE).- La Bolsa de Lisboa era la única de toda Europa que caía hoy a media sesión mientras el mercado penalizaba con intereses ligeramente superiores a los de ayer la deuda soberana de Portugal, inmerso todavía en una profunda crisis política.
La incertidumbre que rodea el futuro del Ejecutivo luso sigue preocupando a los inversores, que exigían hoy mayores rentabilidades en todos los plazos, una vez el presidente portugués, Aníbal Cavaco Silva, no aceptara ayer la solución presentada por los dos partidos conservadores que gobiernan actualmente en coalición.
El jefe de Estado también rechazó la petición de los partidos de izquierda de convocar ya elecciones anticipadas debido precisamente al temor a una reacción negativa de los mercados, y propuso en cambio a las tres principales formaciones políticas del país que suscriban un acuerdo para formar un Gobierno de concentración.
En este contexto de inestabilidad, la cotización de las obligaciones lusas a diez años fue volátil y llegó a tocar en el mercado secundario -donde se compran y venden los títulos adquiridos en subasta pública- el 6,9 %, poco más de una décima respecto al cierre del miércoles, pero cerca de la barrera psicológica del 7 %.
De esta forma, la deuda con vencimiento a una década se mantiene todavía distante del 8,1 % que alcanzó el pasado miércoles, en el momento de mayor tensión de la crisis política lusa, aunque sigue más lejos aún del 5,5 % que se pagaba por ella a principios de mayo.
En el caso de los títulos a cinco años, la tasa de interés se situaba en el entorno del 6,3 %, apenas una centésimas por encima de la registrada ayer, y sus obligaciones a dos años seguían esta misma tendencia al alza hasta rozar el 5,2 %.
El impacto de las dudas entre los inversores se percibió nítidamente en la Bolsa de Lisboa, que perdía más de un 1,5 % a las 12.30 horas GMT, a contraciclo con el resto de parqués europeos.
Los bancos lusos fueron los más damnificados, con retrocesos que oscilaban entre el 4 y el 10 %.EFE