Madrid, 13 dic (.).- Podemos ha advertido este viernes de que rechazará una eventual subida de la fiscalidad del diésel si no va acompañada del impuesto a las grandes energéticas, que en este momento se encuentra en suspenso por la falta de apoyos de PNV y Junts, según han apuntado fuentes de la formación morada.
La equiparación de la fiscalidad del diésel y la gasolina es un compromiso adquirido con Bruselas, que el Gobierno intentó incorporar a su paquete fiscal pero que fue rechazado en el Congreso, precisamente, por el voto en contra de Podemos.
Ahora, según apuntan fuentes de Podemos, el Gobierno pretende rescatar esta medida en un real decreto ley que se aprobaría antes de final de año, algo que por el momento no confirman fuentes del Ministerio de Hacienda.
En caso de que el real decreto ley llegara a materializarse, la formación morada rechazaría su convalidación en el Congreso a menos que vaya ligado al impuesto a las grandes energéticas, que todo apunta a que va a decaer a final de año por falta de apoyos parlamentarios para mantenerlo.
Esta misma semana, Hacienda ha constatado que "las posiciones están muy alejadas" después de que tanto PNV como Junts se ausentaran de la mesa de partidos que iba a negociar el impuesto, un encuentro que fue una exigencia de Podemos a cambio de su apoyo al paquete fiscal. La mesa volverá a reunirse el próximo miércoles.
"Es simplemente inaceptable que el Gobierno plantee una subida del impuesto especial de hidrocarburos mientras que no avanza en la aprobación del impuesto permanente a las empresas energéticas", critican desde Podemos.
Esto supondría "cargar" el coste de la transición ecológica sobre "los hombros de la gente" mientras se van "de rositas" las empresas energéticas, que son las "principales responsables de la contaminación que causa esa emergencia" climática.
La propuesta que fue rechazada por el Congreso preveía elevar el impuesto de hidrocarburos que paga el diésel en 9,37 céntimos el litro, hasta situarlo en 0,47269 euros el litro (0,40069 euros de tipo general y 0,072 euros de tipo especial), igual que la gasolina, una medida que no aplicaría a los profesionales.
Además, estipulaba que en determinadas circunstancias el tipo general del impuesto bajara a 0,35 euros por litro, en concreto cuando el precio del gasóleo superara durante dos meses consecutivos los dos euros el litro y el precio medio del barril de Brent en el segundo de esos meses fuera más alto que el primero.