Investing.com -- La crisis política en Corea del Sur se intensificó hoy cuando el parlamento votó para destituir al presidente interino, Han Duck-soo. Este hecho se produce apenas dos semanas después de que el presidente Yoon Suk Yeol fuera destituido tras su inesperada declaración de ley marcial. Este giro de los acontecimientos podría tener repercusiones significativas en la economía y los mercados financieros del país.
La destitución de Han se debió a su negativa a nombrar a tres nuevos jueces para el Tribunal Constitucional. Este organismo, que normalmente consta de nueve miembros, requiere al menos seis jueces para ratificar la destitución de Yoon.
Con solo seis magistrados actualmente en el tribunal, un único voto disidente podría haber salvado a Yoon. Es la primera vez en la historia de Corea del Sur que se destituye a un presidente interino.
El ministro de Finanzas, Choi Sang-mok, ha sucedido a Han como presidente interino, manteniendo simultáneamente su cartera ministerial. Su compromiso es "minimizar la confusión en los asuntos de estado", aunque no ha revelado si mantendrá la postura de Han respecto al nombramiento de jueces.
Los analistas de Capital Economics advierten que si Choi no cede a las exigencias de la oposición, podría enfrentarse a la destitución, lo que prolongaría aún más la crisis política en Corea del Sur. La solución más rápida sería que Choi nombrara nuevos jueces, lo que probablemente llevaría al Tribunal Constitucional a ratificar la destitución de Yoon. Esto podría desencadenar nuevas elecciones presidenciales en un plazo de 60 días.
El Partido del Poder Popular (PPP) atraviesa actualmente un momento de impopularidad, y existe la posibilidad de que Lee Jae-myung, del opositor Partido Democrático (DP), sea elegido presidente. Lee perdió por un estrecho margen ante Yoon en las elecciones presidenciales de 2022. El DP, de tendencia más izquierdista que el PPP, podría revertir los planes de Yoon de reducir el tamaño del estado y aboga por relaciones más conciliadoras con Corea del Norte y China.
Ya se observan indicios de que la crisis está afectando a la economía. La confianza del consumidor se desplomó en diciembre en la mayor proporción desde el inicio de la pandemia de COVID-19, con el índice de sentimiento del consumidor compuesto del Banco de Corea cayendo 12,3 puntos hasta 88,4 el 23 de diciembre. Una lectura por debajo de 100 generalmente indica contracción.
Los PMIs de diciembre y los datos comerciales, que se publicarán a principios del próximo mes, revelarán si la inestabilidad ha afectado al sector industrial.
La crisis se produce en un contexto de debilidad económica, con un crecimiento del PIB de apenas un 0,1% en el tercer trimestre y una proyección de crecimiento de solo el 2,0% para este año. La polarización política y la incertidumbre resultante podrían desalentar la inversión en Corea del Sur.
Tailandia, otro país asiático políticamente dividido donde se declaró la ley marcial hace una década tras un golpe de estado, sirve como advertencia, habiendo mostrado posteriormente un rendimiento inferior.
La moneda coreana se depreció un 0,3% y el mercado de valores cayó un 1,0% hoy, acumulando ambos una caída de aproximadamente el 4% desde que Yoon declaró la ley marcial el 3 de diciembre.
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