Buenos Aires, 4 ago (.).- Miles de argentinos protagonizaban hoy un segundo 'ruidazo' para hacer oír su protesta por los aumentos de las tarifas de servicios públicos implementados por el Gobierno de Mauricio Macri en la primera mitad del año.
Con cacerolas, latas, pancartas y carteles, entre otros objetos, y como ya hicieron el pasado 14 de julio, los ciudadanos salieron a las principales esquinas de la ciudad de Buenos Aires y a las plazas de provincias como Mendoza (oeste) y Córdoba (centro).
Los motiva el rechazo al 'tarifazo' aplicado por el Gobierno, a través de resoluciones del Ejecutivo, sobre las tarifas del servicio eléctrico y del gas, sumados a subidas en los precios del transporte público y del agua.
Todos implementados de una vez para cada servicio entre febrero y abril pasados, después de años de tarifas planchadas por los subsidios que daban las administraciones kirchneristas.
Según el Gobierno, las subidas eran necesarias para paliar la crisis energética en el país.
"No hay bolsillo que aguante", decía uno de los carteles en la protesta que se celebraba esta noche frente a la residencia presidencial en la localidad de Olivos, en las afueras de Buenos Aires.
En tanto, en Rosario, provincia de Santa Fe (centro), uno de los manifestantes reclamaba "remitir el tarifazo al Congreso" para que allí se debata.
La protesta se da mientras las tarifas de gas y de electricidad se mantienen congeladas debido a un fallo judicial, a la espera de que la Corte Suprema tome una decisión definitiva para el caso.
Antes de emitir una resolución, el máximo tribunal del país ha reclamado al Gobierno que informe de cómo evaluó el nuevo cuadro tarifario y si ha tenido en cuenta el impacto que iba a provocar, entre otros pedidos.
La polémica por el impacto de estos incrementos se da también en un contexto de alta inflación en Argentina, calculada según la dirección de estadísticas porteña en torno al 45 % interanual sólo para el territorio de la ciudad de Buenos Aires.