San Juan, 31 jul (EFE).- Puerto Rico pagará los compromisos inmediatos con sus acreedores del mes de agosto, incluido el vencimiento de una deuda de 94 millones de dólares de la Corporación para el Financiamiento Público (PFC, por su sigla en inglés) que sembraba incertidumbre entre la comunidad financiera.
El Banco Gubernamental de Fomento (BGF) de Puerto Rico, el brazo financiero del Estado Libre Asociado, emitió hoy un escueto comunicado en el que señala que pagará 169 millones de dólares para el vencimiento de plazos inmediatos de deuda.
"El BGF realizará el pago de 169 millones de dólares para el servicio a la deuda de sus bonos en el día de hoy", señaló en el comunicado la presidenta de la entidad financiera, Melba Acosta.
La directora de Comunicaciones del BGF, Betsy Nazario, señaló a Efe que esos 169 millones de dólares cubren la deuda de "seniors notes" emitida por el PFC que vence mañana.
La confirmación de hoy del pago de los vencimientos más inmediatos pone fin a la incertidumbre de semanas sobre el pago que vence mañana y para el que se dudaba que el Gobierno consiguiera la liquidez necesaria.
El secretario de la gobernación, Víctor Suárez, había dicho el pasado día 28 que el Ejecutivo trabajaba para cumplir con todos los pagos de deuda que vencen en agosto, a excepción del de la PFC.
La posibilidad del impago provocó gran inquietud entre cooperativas financieras locales, que cuentan en sus carteras de inversión con más del 40 % de la deuda del PFC que vence mañana.
Analistas del sector habían apuntado que el Ejecutivo que encabeza Alejandro García Padilla pagaría a los acreedores con vencimientos en agosto, pero que debido a la falta de liquidez inmediata decidió no saldar el de la deuda del PFC por estar sus bonos en manos de entidades con poca capacidad para poner en marcha litigios judiciales.
El asunto de la deuda de Puerto Rico llegó esta semana a Washington, desde donde el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Jacob Lew, señaló a través de una carta que es favorable a la reestructuración de la deuda del Estado Libre Asociado de Puerto Rico, que se eleva a cerca de 73.000 millones de dólares, y a que la isla pueda acogerse al Capítulo 9 del Código federal de Quiebras.
Esa ley permite a los gobiernos estatales de EE.UU. autorizar a sus entidades públicas a acogerse a la ley federal para reestructurar su deuda, norma de la que Puerto Rico quedó excluido hace años.