(actualiza la información con referencia FC3139 con el resultado de la votación)
Madrid, 31 ago (.).- El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, ha tirado hoy de números para defender en el Congreso su gestión económica en un escenario de "extrema complejidad" y ante los reproches de la oposición, sobre todo del PSOE, que le culpa de impulsar una política de recortes e incumplimientos presupuestarios.
En la segunda jornada del debate de investidura el candidato popular a la Presidencia, que como se preveía sólo ha contado con el apoyo de los 170 diputados que suman el PP, Ciudadanos y Coalición Canaria y el rechazo de los 180 parlamentarios restantes, ha insistido en mostrar cifras económicas positivas que, en su opinión, corroboran que "algo se habrá hecho bien aunque sea por casualidad".
Por ello, ha emplazado a la oposición, y más en concreto al líder del PSOE, Pedro Sánchez, a ser "justos y equilibrados" y reconocer importantes avances económicos y ha asegurado que perseverar en las actuales líneas políticas permitirá llegar a 20 millones de ocupados en la España de 2020.
Con estas palabras, Rajoy ha querido apaciguar a Sánchez que en su intervención, la primera de la jornada, ha acusado al presidente en funciones de impulsar "recortes y más recortes" y de haber convertido los presupuestos del Estado en un instrumento electoral.
Además, Sánchez ha censurado a Rajoy por "mentir" a los españoles prometiendo nuevas bajadas de impuestos cuando su programa, ha dicho, vuelve a encubrir nuevas subidas que afectarán a los autónomos, a las pymes, a la economía social y a los trabajadores.
También le ha reprochado que quien quebró el Pacto de Toledo para la reforma de las pensiones y garantizar su sostenibilidad, diga ahora que va a reconstruirlo.
En la misma línea pese a haber firmado el documento "150 compromisos para mejorar España", el líder de Ciudadanos Albert Rivera ha sido crítico con los recortes del PP y ha dicho que España es hoy el país de Europa con más recortes en innovación, desarrollo y tecnología, pero también ha sufrido ajustes en educación, sanidad y dependencia.
En clave económica, Rivera ha centrado su discurso en los puntos acordados con el PP para revisar la amnistía fiscal (de manera que quienes se acogieron a esta regularización de bienes paguen un gravamen del 10 % y no del 3 % como recogió una orden ministerial posterior) y la lucha contra el fraude.
"No me puedo conformar -ha dicho Rivera- con no exigir el cien por cien de la regularización fiscal a los Rato, los Pujol y los Bárcenas".
En esa línea, ha reclamado, que se revierta, dentro de la legalidad (antes del 30 de noviembre) "aquello que no se ha pedido a los defraudadores".
Rivera también ha apelado a la reforma laboral, fundamental -ha dicho- para garantizar contratos estables, simplificar el modelo de contrato y garantizar la protección de los temporales.
En este sentido, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha afirmado que el acuerdo PP-C's "consolida y endurece" lo peor de las dos reformas laborales.
Iglesias ha lamentado que el acuerdo no contemple cambiar el artículo 135 que prioriza el pago de la deuda ni cuestione la ley de estabilidad presupuestaria.
Sobre las buenas cifras económicas presentadas a la Cámara por el candidato del PP a presidir el Gobierno, el líder de IU, Alberto Garzón, ha dicho que Rajoy "tortura" las estadísticas para acabar diciendo que hay recuperación económica.
Además, ha recordado que estos años los "caprichitos" de las grandes fortunas han supuesto al país un coste de 8.000 millones de euros.
Ante todos estos reproches, Rajoy ha pedido justicia y mesura y ha asegurado que España es uno de los países done mejor vive la gente.
Tras el rechazo cosechado hoy en el Congreso por Mariano Rajoy en la primera votación para ser investido presidente, para la que se requería mayoría absoluta, el próximo viernes por la tarde se celebrará una segunda votación en la que solo será necesaria mayoría simple (más votos favorables que contrarios).
En caso de que tampoco saliera adelante, la votación de hoy marcará el calendario para unas hipotéticas elecciones.
Si antes de dos meses ningún candidato resulta elegido, el próximo 31 de octubre se volverían a disolver las Cortes y 54 días después se celebrarían nuevas elecciones, el 25 de diciembre, día de Navidad.
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