Lisboa, 18 abr (EFE).- El presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, desveló hoy que el Gobierno luso y él mismo acordaron aplazar la aprobación y posterior promulgación de una ley con el objetivo de intentar facilitar las negociaciones entre los dos principales accionistas del banco BPI (LS:BBPI).
En declaraciones a los periodistas, Rebelo de Sousa lamentó la ruptura del acuerdo entre CaixaBank (MC:CABK) y la inversora angoleña Isabel dos Santos, conocida este domingo, y subrayó que sancionar esta ley contra el blindaje en los derechos de voto es ahora "la única alternativa (...) para evitar consecuencias indeseables en el sistema financiero" del país.
El decreto ley aprobado permitirá a los accionistas de entidades financieras en Portugal evaluar periódicamente estos límites para poder modificarlos, en caso de que así lo deseen.
"La ley era el camino más rápido, pero había otro camino que a nuestro modo de entender, era mejor", justificó el dirigente conservador, que accedió al cargo hace mes y medio.
La modificación legislativa se aprobó en consejo de ministros el pasado jueves, aunque sólo se publicó hoy, poco antes de que la Presidencia informara también de que procedió a su inmediata promulgación.
"Confirmo con pena que después del esfuerzo del Gobierno y el presidente de la República de aplazar la aprobación de la ley para facilitar el acuerdo, éste no fuera posible", subrayó.
Rebelo de Sousa insistió en que en las conversaciones entre CaixaBank y Dos Santos, también "había perspectivas para que otras áreas del sistema financiero" se beneficiaran del acuerdo.
El presidente luso recordó, asimismo, que el cambio de la ley "sólo entrará en vigor el próximo 1 de julio", por lo que queda "algún tiempo" para encontrar una solución que permita al BPI reducir su exposición a Angola y evitar así una sanción por parte de Bruselas.
La existencia de estos límites en los derechos de voto y la falta de consenso entre sus accionistas derivó en un bloqueo en el BPI, la quinta entidad financiera del país.
Como respuesta a la ruptura del acuerdo, el español CaixaBank anunció hoy una oferta pública de adquisición de acciones (opa) con la que pretende hacerse con el control de la firma lusa.