El gobierno laborista del Reino Unido, liderado por la ministra de finanzas Rachel Reeves, está considerando un aumento de impuestos de 20.000 millones de libras para evitar recortes en los servicios públicos. Esta medida forma parte del próximo presupuesto previsto para el 30.10.2023. La Resolution Foundation, un destacado think tank, sugiere que esta subida de impuestos es necesaria para mantener los niveles de servicio sin reducir el gasto en términos reales.
La Fundación recomendó que el gobierno adopte una nueva regla fiscal que evalúe la deuda pública de manera diferente, lo que podría proporcionar más flexibilidad para inversiones a largo plazo. James Smith, director de investigación de la Fundación, enfatizó la importancia de un nuevo enfoque fiscal que permitiría programas de inversión de capital significativos.
Para equilibrar el patrimonio neto del sector público, el think tank aconseja redefinir la deuda para incluir el valor de una amplia gama de activos públicos frente a los préstamos pasados. Esta redefinición podría crear espacio para 50.000 millones de libras adicionales en fondos de inversión.
La necesidad de ajustes fiscales surge después de que las cifras oficiales indicaran una ligera expansión económica del 0,2% en agosto, tras dos meses de estancamiento. Sin embargo, las encuestas han mostrado una caída en la confianza empresarial y del consumidor, en parte debido a las preocupaciones sobre posibles aumentos de impuestos.
A principios de semana, el Institute for Fiscal Studies estimó la necesidad de un aumento de impuestos de 25.000 millones de libras para aliviar la presión sobre los servicios públicos del último presupuesto bajo el gobierno conservador del ex primer ministro Rishi Sunak.
Reeves ha reconocido un déficit de 22.000 millones de libras en las finanzas públicas dejado por los conservadores y ha señalado que algunos impuestos inevitablemente aumentarán. La Resolution Foundation esbozó posibles fuentes de ingresos, incluyendo la eliminación de exenciones del impuesto de sucesiones, el aumento del impuesto sobre las ganancias de capital y la aplicación de un gravamen de seguridad social sobre las contribuciones de los empleadores a las pensiones de los trabajadores.
El Partido Laborista se ha comprometido a proteger a la "gente trabajadora" de los aumentos de impuestos, descartando incrementos en las tasas principales del impuesto sobre la renta, el impuesto al valor añadido, el Seguro Nacional y el impuesto de sociedades, que en conjunto comprenden alrededor de tres cuartas partes de los ingresos fiscales actuales.
Reuters contribuyó a este artículo.
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