Bruselas, 12 jul (EFE).- El ministro de Finanzas austríaco, Hans-Jörg Schelling, afirmó hoy que el desarrollo de las negociaciones con Grecia están siendo "muy difíciles" porque hay muchos desacuerdos todavía, pese a lo cual sigue siendo "optimista" de que pueda alcanzarse un acuerdo.
"Siempre soy optimista, pero las negociaciones están siendo muy muy difíciles", dijo Schelling a su llegada al segundo día de reuniones del Eurogrupo sobre la crisis griega.
Schelling reconoció que hay "muchos puntos" en los que no hay consenso "ni dentro de la eurozona ni con Grecia".
El ministro austríaco manifestó su esperanza de que en la reunión de hoy se logre avanzar, pues el próximo 20 de julio, día en que Grecia deberá devolver un pago al Banco Central Europeo (6.700 millones de euros), tiene que haberse encontrado una solución para financiar a Grecia hasta que hayan concluido las negociaciones para un tercer rescate.
"En caso de que se acuerde abrir negociaciones para un nuevo memorando de entendimiento (rescate) hay que buscar soluciones de cómo financiar hasta entonces", precisó.
El titular italiano Pietro Carlo Padoan aseguró a su llegada que los diecinueve trabajan "no para llegar a un acuerdo, sino para comenzar una negociación. Creo que se dan las condiciones para lograrlo".
"Esperemos que el Gobierno griego adopte a partir de mañana medidas importantes que sirvan en primer lugar a los griegos y después para reconquistar la confianza porque, hablemos francamente, el mayor obstáculo para el acuerdo es la ausencia de confianza", afirmó Padoan.
Asimismo señaló que "las nuevas posiciones del Gobierno griego son más constructivas y concretas que las anteriores, y esto es positivo porque ya se han perdido cinco meses", en referencia a que el 20 de febrero los países dieron a Atenas plazo hasta el 30 de junio para completar los requisitos exigidos para el ya expirado segundo rescate.
"Hemos perdido demasiado tiempo", señaló Padoan, que también destacó que el complejo que se negocia es muy complicado.
El presidente del Eurogrupo, el holandés Jeoroen Dijsselbloem, y la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), la francesa Christine Lagarde, llegaron a la reunión sin realizar declaraciones a los medios.
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