Davos (Suiza). 21 ene (.).- El canciller alemán, Olaf Scholz, ha reiterado este martes su convicción de que el freno de la deuda anclado en la Constitución alemana debe ser reformado para permitir mayores inversiones públicas en infraestructuras.
"Si un país industrializado en el mundo que puede invertir vigorosamente en el futuro es Alemania. La deuda de los otros países del G 7 está por encima del 100 por ciento del PIB, en parte claramente por encima. La deuda alemana tiende a bajar al 60 por ciento", ha dicho Scholz en su intervención en el Foro Económico de Davos.
"Por eso defiendo un cambio inteligente y puntual de la regla fiscal en la Constitución alemana. No es sólo idea mía, muchos expertos lo piden desde hace años, también en este foro", ha agregado..
La regla fiscal o el freno de la deuda contempla que el déficit alemán, en tiempos de normalidad económica, el déficit anual no puede superar el 0,35 por ciento del PIB.
Según Scholz, las inversiones en general deben crecer en Alemania como primera economía de la UE. En primer lugar, las inversiones privadas que el quiere impulsar con la creación de un bono "Made in Germany (Hecho en Alemania) que concede ventajas fiscales del 10 % de las inversiones en equipo y nuevas tecnologías en la industria.
"Sin complicadas solicitudes, sin que los burócratas apoyen o rechacen nuevas ideas de negocios de las que entienden menos que las empresas que son las que corren el riesgo", dijo Scholz.
Una disputa en torno al freno a la deuda fue lo que precipitó el fin de la coalición tripartita que presidía Scholz. El Partido Liberal (FDP), que era el socio más pequeño de la alianza, se negó a aceptar una propuesta de Scholz de aprobar en el Palamento una excepción al freno a la deuda para cubrir el gasto de la ayuda a Ucrania.
En tiempos de perturbación económica, con la aprobación del Parlamento, el Gobierno puede interrumpir el cumplimiento del freno a la deuda, como ocurrió durante los años de la pandemia.
Una reforma de la medida, sin embargo, implicaría una reforma constitucional que requiere una mayoría de dos terceras partes tanto en la cámara baja del parlamento (Bundestag) como en la cámara alta (Bundesrat) donde están representados los Gobiernos de los 16 estados federados.
Scholz está inmerso en una de las campañas electorales más cortas de la historia de Alemania para repetir en el cargo por parte del partido Socialdemócrata de cara a los comicios generales del próximo 23 de febrero, en los que su fuerza figura en el tercer puesto en las encuestas de intención de voto.
En Davos coincide con su mayor rival, el conservador Friedrich Merz, cuyo partido, la Unión Cristianodemócrata (CDU) lidera los sondeos.
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