Investing.com - La actividad del sector privado de la zona del euro aumentó en febrero más deprisa de lo inicialmente previsto, según datos publicados este miércoles, avanzando a su ritmo más rápido desde junio de 2011.
El índice compuesto de gestores de compras de la zona del euro, que mide la actividad de los sectores manufacturero y de servicios, se revisó al alza hasta alcanzar máximos de 32 meses en 53,3, frente al dato definitivo de enero, de 52,9. Estos niveles superaron las estimaciones iniciales que apuntaban a una lectura de 51,7.
El crecimiento vino de la mano del sector de los servicios de la región, que se expandió a un ritmo más rápido de lo previsto inicialmente. El crecimiento en el sector manufacturero se ralentizó ligeramente, pero el sector de producción de bienes siguió expandiéndose a un ritmo muy firme en febrero.
El PMI del sector de los servicios de la zona del euro avanzó en febrero hasta una lectura de 52,6, frente al dato definitivo de enero, registrado en 51,6, y por encima de estimaciones iniciales que apuntaban a una lectura de 51,7.
El PMI compuesto de Alemania conquistó máximos de 33 meses, pero el de Francia cayó hasta alcanzar mínimos de dos meses en 47,7. La tasa de crecimiento del sector italiano de los servicios ascendió el pasado mes hasta alcanzar máximos de casi tres años.
El informe anunciaba también que las empresas han empezado a crear empleo, lo que revela una posible mejora de las condiciones del mercado laboral.
Chris Williamson, economista jefe de Markit, afirmó: “Aunque es solo marginal, el recuento per cápita fue la primera mejora experimentada desde 2011, lo que indica que las compañías comienzan a confiar en la sostenibilidad de la recuperación”.
Según Eurostat, las ventas minoristas de la zona del euro avanzaron en enero un 1,6%, sobrepasando cómodamente las expectativas que apuntaban a una subida del 0,8% y apuntándose un alza del 1,3% interanual, mientras que los pronósticos hablaban de una caída del 0,4%.
Según otro informe, la economía de la zona del euro se expandió un 0,3% durante el cuarto trimestre y creció un 0,5% en términos anuales.
Estos datos aliviaron la presión ejercida sobre el Banco Central Europeo para que ajuste su política monetaria en su próxima reunión, que se celebra este jueves, ante las preocupaciones en torno a unas menos optimistas previsiones sobre inflación en la región.
Las cifras publicadas el pasado viernes mostraban que la tasa de inflación anual de la zona del euro se mantuvo anclada en el 0,8% en febrero, muy por debajo del objetivo que el BCE había marcado justo en el umbral del 2,0%