Por Marius Zaharia
LONDRES (Reuters) - La rentabilidad de la deuda española alcanzó el martes máximos de 2016 mientras los inversores, que ya están teniendo en cuenta los riesgos de unas elecciones que no han arrojado un gobierno claro y el renovado impulso separatista en Cataluña, calentaban motores para una semana plagada de emisiones de deuda.
Tras haber anunciado la emisión de bonos a 2018, 2020 y 2023 por entre 4.000 y 5.000 millones de euros el jueves, España también ha dado mandado a los bancos para colocar un bono sindicado de referencia en los próximos días, sujeto a las condiciones del mercado.
Sus costes de endeudamiento, aunque están lejos de los estándares históricos, han subido unos 15 puntos básicos desde las elecciones del 20 de diciembre, que sumieron al país en un limbo político.
Además, el Parlamento catalán eligió el domingo a un nuevo presidente, Carles Puigdemont, que liderará un gobierno cuyo principal objetivo es impulsar la hoja de ruta hacia la independencia.
Mientras, a nivel nacional, el líder socialista, Pedro Sánchez, volvió a rechazar el lunes la posibilidad de facilitar la reelección de Mariano Rajoy en La Moncloa.
La rentabilidad del bono español a 10 años subía 3 puntos básicos al 1,835 por ciento, su nivel más alto desde el 30 de diciembre.
"Tendrán que pagar un precio por (los acontecimientos) (...) a nivel nacional y local (...) pero tradicionalmente en el inicio del año la mayoría de bonos sindicados y subastas de deuda suelen ir bien y también lo espero en el caso de España" dijo el estratega de KBC (BR:KBC) Mathias van der Jeugt.
España competirá con Bélgica, que también prevé la venta de un bono sindicado a 2026 a corto plazo tras cancelar la subasta prevista para el 18 de enero.
El martes, Holanda, Austria y Alemania prevén emitir deuda. Además, el miércoles Alemania prevé captar 5.000 millones de euros en un bono a 10 años e Italia también tiene prevista una emisión de bonos por hasta 6.750 millones.