Toronto (Canadá), 16 dic (.).- El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, reconoció en la noche de este lunes que había sido "un día difícil" con la crisis desatada por la repentina dimisión de su viceprimera ministra y ministra de Finanzas, Chrystia Freeland.
Freeland, que durante años había sido su mano derecha, presentó su dimisión de forma inesperada a primeras horas de la mañana con una carta en la que reconoció discrepancias políticas con el primer ministro y lanzó veladas críticas a algunas de sus decisiones económicas.
La dimisión y, sobre todo, la forma de la renuncia, tomó por sorpresa a Trudeau, al gobernante Partido Liberal y al resto del mundo político canadiense. Tras el estupor inicial, los tres principales partidos de la oposición, así como algunos diputados liberales, solicitaron a Trudeau su dimisión inmediata.
Tras un día caótico en el que permaneció fuera del alcance de las cámaras, Trudeau participó en la noche del lunes en una reunión de emergencia del grupo parlamentario del Partido Liberal de Canadá para tratar la grave crisis política.
Aunque no ha trascendido lo que Trudeau dijo a sus diputados, algunos de los presentes señalaron tras la reunión que el partido no está unificado y que un número sin determinar de parlamentarios quiere que el primer ministro dimita de forma inmediata.
Imágenes captadas por las cámaras de televisión mostraron a un Trudeau serio dirigiéndose desde un atril a los diputados liberales. Entre los presentes en la reunión estaba Freeland, quien fue recibida por sus compañeros con aplausos.
Posteriormente, Trudeau asistió a un evento con algunos de los principales donantes del Partido Liberal donde pronunció sus primeras palabras de forma pública sobre la crisis de Gobierno y reconoció que había sido un día "agitado" y "difícil".
"Obviamente ha sido un día agitado. Ha sido un día difícil pero quería venir aquí esta noche y hablar con ustedes, dedicados miembros del Partido Liberal porque ustedes, ni yo ni ningún otro político, son el corazón latiente de este movimiento", declaró Trudeau.
Trudeau añadió: "Es el absoluto privilegio de mi vida servirles como primer ministro. Canadá es el mejor país de la Tierra pero no es perfecto".
El martes es la última jornada del Parlamento canadiense antes del inicio de las vacaciones navideñas y Trudeau tiene previsto participar en la tradicional fiesta que el grupo parlamentario liberal ofrece antes del parón de las actividades parlamentarias.
El líder canadiense cerró provisionalmente la crisis causada por la renuncia de Freeland nombrando a su ministro de Seguridad Pública, Dominic LeBlanc, como titular de la cartera de Finanzas. LeBlanc, un veterano político liberal que mantiene fuertes lazos con la familia Trudeau desde hace décadas, compaginará de momento las dos carteras.
Pero el fondo de la crisis es la acusada impopularidad de Trudeau entre el electorado canadiense a consecuencia del fuerte encarecimiento del coste de la vida en el país, la carencia de viviendas asequibles y el deterioro de los principales servicios sociales.