Atenas, 11 jul (EFE).- En la recta final de las negociaciones con los socios, el primer ministro griego, Alexis Tsipras, buscó hoy el apoyo del Parlamento al paquete de reformas propuesto, en un esfuerzo por mostrar fiabilidad hacia afuera y cohesión interna.
En su discurso ante el Parlamento, Tsipras afirmó que el Gobierno ha hecho muchas concesiones en la propuesta enviada a los acreedores respecto a su programa inicial, a cambio de mantener al país en el euro y conseguir financiación, un paquete de inversiones y la reestructuración de la deuda.
"No quiero ocultar la verdad. El acuerdo que se debatirá en el Eurogrupo está lejos de nuestro programa", dijo Tsipras en un discurso ante el Parlamento previo al inicio del debate que debe dar luz verde al ministro de Finanzas, Euclides Tsakalotos, para continuar las negociaciones.
Tsipras dijo que el Gobierno debe "admitir por otra parte, que lo que nos piden es difícil. Mejor que el ultimátum, pero difícil", remarcó y añadió que ahora el país tiene "por primera vez la posibilidad de hacer desaparecer la discusión sobre el 'grexit' (la salida de Grecia del euro)".
Explicó que con esta propuesta el Ejecutivo ha conseguido un "programa totalmente europeo" porque implica que el Fondo Monetario Internacional no participará, aunque proporcionará "ayuda técnica", por lo que aseveró que "termina la troika tal y como la conocimos".
Tsipras reconoció que el Gobierno ha cometido "errores" durante estos meses y se situó a él mismo como responsable de estas equivocaciones, pero recalcó que "nunca un país al borde de la quiebra negoció como un igual" con los acreedores.
El jefe del Gobierno heleno agregó que "es posible lograr un compromiso de abrir un debate real sobre la deuda".
El Parlamento debatirá la propuesta a lo largo de la noche y está previsto que a su fin haya una votación sobre si el ministro de Finanzas, Euclides Tsakalotos, obtiene el visto bueno para continuar negociando en nombre del Gobierno.
Los líderes del conservador Nueva Democracia, Vangelis Meimarakis, y del centrista To Potami, Stavros Theodorakis, respaldaron en sus intervenciones al Gobierno para que logre un acuerdo, aunque sujeto a un resultado que garantice la permanencia en la eurozona.
En la reunión del grupo parlamentario de Syriza, anterior al debate, Tsipras ya pidió el apoyo "cerrado" de sus filas a las decisiones "importantes" que debe tomar el Gobierno.
Algunos medios señalaban que en esta reunión, tres diputados proclamaron abiertamente su disidencia a través de una carta, en la que insistieron en que si no hay un programa que ponga fin a la austeridad y ofrezca una quita de la deuda, es mejor salirse del euro.
La carta no aclara si los diputados tenían pensado votar en contra, como tampoco lo reveló el ministro de Energía, Panayotis Lafazanis, quien ayer rechazó firmar la propuesta y hoy aseguró que "no es compatible con nuestro programa".
Syriza tiene 149 diputados, y con su socio nacionalista, los Griegos Independientes, suman 162, once por encima de la mayoría absoluta.
Aunque se da por descontado que Tsipras cuenta con el respaldo de buena parte de la oposición para este proyecto, necesita obtener una mayoría propia para poder salvaguardar la estabilidad del Gobierno.
Con el voto de hoy, Tsipras obtendrá tan solo luz verde para negociar las propuestas, pero no para un acuerdo final, que deberá ser sometido a voto una vez que se alcance.
Uno de los principales condicionantes será si el Gobierno consigue arrancar a los socios un compromiso para hacer la deuda más sostenible.
Grecia solicitó el miércoles formalmente el tercer rescate por un total de tres años y un volumen de 53.500 millones de euros, fondos que destinará exclusivamente a la devolución de préstamos.
A cambio, el Gobierno se compromete a un amplio catálogo de reformas que contiene una serie de subidas de impuestos -directos e indirectos-, aumentos de las cotizaciones sociales, así como reducciones de las pensiones.
Entre los puntos más destacados figuran la subida del IVA a los restaurantes del 13 % al 23 %.
Además, contempla una amplia reforma del sistema de pensiones, con eliminación gradual de las jubilaciones anticipadas.