Atenas, 10 sep (.).- El primer ministro griego, Alexis Tsipras, afirmó hoy en Salónica que sus objetivos inmediatos son cerrar "pronto" la segunda evaluación del rescate, negociar el alivio de la deuda, lograr que el Banco Central Europeo (BCE) vuelva a comprar deuda soberana griega y regresar a los mercados financieros.
Tsipras hizo estas declaraciones al presentar su programa para el nuevo curso político en la feria de Salónica ante un podio que reunió a los principales agentes económicos del país.
En tono optimista, el primer ministro no quiso dejar lugar a dudas de que Grecia saldrá de la crisis, que recobrará la confianza de los inversores y que al mismo tiempo logrará restablecer la cohesión social.
Mientras hablaba en el recinto ferial, en el centro de Salónica miles de personas habían acudido a la llamada de los sindicatos para protestar contra la "política destructiva" del Gobierno que "ha conducido a un aumento del desempleo y la pobreza", y ha "estrangulado a toda la sociedad griega".
Tsipras prometió que defenderá ante los acreedores los derechos laborales y que para ello cuenta con un "aliado inquebrantable", que es el acervo comunitario.
"No podemos aceptar nada menos que eso", dijo con miras al regreso a Atenas de los representantes de las instituciones acreedoras la próxima semana.
A partir del lunes comenzarán los trabajos preliminares de la segunda evaluación del rescate, en las que estará incluida la peliaguda reforma laboral.
El Fondo Monetario Internacional, que representa al ala mas dura de los acreedores, quiere, entre otras medidas, liberalizar los despidos colectivos y eliminar la negociación colectiva, ya de facto abolida en Grecia por el Gobierno anterior a instancias de los acreedores, pero que el Ejecutivo actual quiere restaurar.
En su discurso, Tsipras recalcó que la negociación colectiva es un requisito fundamental para garantizar los derechos de los trabajadores en el país.
Pese a los problemas que se previsiblemente plantearán durante esta próxima negociación, el primer ministro se mostró convencido de que finalmente la evaluación se completará con éxito, lo que permitirá abrir el debate sobre el alivio de la deuda.
El siguiente paso fundamental, añadió, será lograr que el BCE vuelva a incluir a Grecia en su programa de recompra de bonos, pues esto servirá de "catalizador para reducir el costo de los préstamos, restaurar la liquidez, levantar las restricciones de capital y salir a los mercados".
Logrado todo esto Grecia podrá volver al crecimiento económico en 2017 y sentar las bases para un crecimiento sostenible que "no solo se refleje en los índices, sino también en la vida cotidiana".
De hecho, recalcó, Grecia ha empezado ya a mostrar primeros visos de recuperación, como demuestran el incremento del PIB en el segundo trimestre (0,2 %), la subida del índice de sentimiento económico a los niveles más altos de los últimos doce meses, o que el sector del turismo siga batiendo récords.
Tsipras hizo además una serie de promesas, tanto a la parte empresarial, como a trabajadores y población vulnerable.
Entre ellas figura la de bajar los impuestos indirectos en los dos próximos años o crear una tarifa impositiva fija, asegurada durante doce años, a las empresas que tengan un capital inversor de mas de 20 años.
Con esto último pretende generar un entorno fiscal predecible para las empresas, en un país donde las leyes fiscales cambian anualmente, desincentivando las inversiones.
Además, prometió una ley de amnistía para los que tienen dinero no declarado al extranjero (pagarán solo los impuestos correspondientes).
Finalmente, aseguró que destinará los 246 millones de euros de ingresos por la venta de las licencias de televisión privada a los grupos más vulnerables; creará incentivos para que regresen a Grecia jóvenes científicos que emigraron en los años de la crisis y contratará a 10.000 médicos y personal sanitario en los hospitales públicos.