Caracas, 20 dic (.).- Los presidentes de Venezuela, Nicolás Maduro, y de Colombia, Juan Manuel Santos, sostuvieron una conversación la madrugada de hoy que derivó en el adelanto de la apertura de la frontera, horas después de que el Gobierno venezolano asegurara que el paso volvería a estar activo el 2 de enero próximo.
El ministro de Comunicación e Información de Venezuela, Ernesto Villegas, dijo pasada la medianoche en la red social Twitter: "Hace minutos Presidentes @NicolasMaduro y @JuanManSantos conversaron vía telefónica sobre ataques al bolívar".
Al hablar de los "ataques al bolívar", el funcionario se refirió a las presuntas mafias que comercian en la frontera con la moneda venezolana con el objetivo, según el presidente Maduro, de desestabilizar la economía del país petrolero.
Asimismo, apuntó que "los dos presidentes acordaron abrir la frontera de manera progresiva al nivel que ya existía con estricta vigilancia y seguridad".
Agregó que el presidente colombiano "aceptó que conversen el BCV (Banco Central de Venezuela) y Banco de La República (Banco Central de Colombia) sobre solución a este problema" y agregó que los gobernantes instruyeron a sus ministros de la Defensa para coordinar acciones para la "normalización de la frontera".
Cabe recordar que al ordenar el cierre de la frontera por unas primeras 72 horas el pasado 12 de diciembre, Maduro dijo que el Banco de la República "establece por decreto (...) el precio de las monedas a ser intercambiadas por el peso para todo el territorio de Colombia, excepto para la frontera con Venezuela".
Esta madrugada, y usando la misma red social, el ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino, informó que la frontera con Colombia se reabrió a partir de las 06:00 hora local (10.00 GMT) y que inicialmente se permitirá el paso peatonal.
Padrino apuntó que esta apertura se hará "hasta lograr los niveles" que ya se habían "alcanzado" al hacer alusión al hecho de que la frontera con Colombia pasó un año cerrada hasta agosto de este año cuando se hizo una apertura gradual de los puntos limítrofes.
El ministro informó que conversó con su homólogo colombiano, Luis Carlos Villegas, "para aumentar la coordinación operacional contra las mafias" y que Maduro y Santos habían acordado una apertura progresiva.
Al lanzar la medida de cierre por 72 horas Maduro dijo que esta orden obedecía a la necesidad de hacer frente al supuesto contrabando de la moneda del país que se hace desde las ciudades colombianas fronterizas de Cúcuta y Maicao, una orden que dio un día después de prohibir la circulación del billete de 100 bolívares.
Más tarde señaló que la ciudad estadounidense Miami también participaba en esta operación de contrabando del billete de 100 bolívares, el de mayor denominación equivalente a 15 centavos de dólar, junto a la alianza opositora venezolana Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
Aunque el mandatario anunció el pasado día 15 una extensión del cierre fronterizo por 72 horas más, que incluiría además sus límites con Brasil, dos días más tarde indicó que estos pasos se mantendrían cerrados hasta el 2 de enero.
Ese 15 de diciembre se esperaba que el papel de 100 bolívares saliera de circulación y que empezara a circular el nuevo cono monetario más adecuado a la fuerte inflación, lo que no ocurrió, y tampoco duró mucho la salida del billete después de una contraorden que lo devolvió a la vida tras varias jornadas de encendidas protestas.
En agosto pasado, tras la reapertura parcial de la frontera entre Venezuela y Colombia, la Cámara de Integración Económica Venezolano Colombiana (Cavecol) informó que el intercambio comercial entre los dos países se había contraído un 28 % en los primeros cinco meses de este año, en comparación con el mismo período del año anterior.
El comercio entre los dos países había acumulado entre enero y mayo pasados una cifra de 462 millones de dólares, frente a los 640 millones de dólares correspondientes al mismo período del año 2015, una contracción que se debió al cierre de la frontera entre esos años por orden de Venezuela para hacer frente a presuntos paramilitares.
Venezuela y Colombia comparten una porosa frontera de 2.219 kilómetros en la que existe una fuerte actividad de contrabando de todo tipo de productos.