La secretaria del Tesoro de EE. UU., Janet Yellen, en un discurso pronunciado hoy en el Consejo de Relaciones Exteriores en Nueva York, criticó duramente la idea de implementar aranceles elevados como medio para proteger la economía estadounidense. Yellen advirtió que tal estrategia sería contraproducente, ya que podría resultar en precios más altos para los consumidores estadounidenses y socavar la competitividad de las empresas del país.
En sus declaraciones, Yellen abordó las políticas comerciales proteccionistas propuestas por una figura política, sin nombrar directamente a Donald Trump, quien ha abogado por aumentos significativos en los aranceles a las importaciones. La secretaria del Tesoro instó a EE. UU. a evitar volver a acciones unilaterales que prioricen los intereses nacionales a expensas de la cooperación global.
Yellen señaló específicamente las posibles consecuencias de fuertes aumentos arancelarios, que se ha sugerido que oscilen entre el 10% y el 20% en casi todas las importaciones, y hasta el 60% en bienes provenientes de China. Trump también ha mencionado la imposición de aranceles de hasta el 200% a ciertas empresas, como John Deere (NYSE:DE), si trasladan su producción a México.
La secretaria argumentó que aislar a EE. UU. con altos aranceles tanto a aliados como a competidores, o tratar a socios cercanos meramente como relaciones transaccionales, es un enfoque equivocado. Advirtió que aranceles amplios e indiscriminados conllevarían un aumento de costos para las familias estadounidenses y mermarían la competitividad de las empresas del país.
Asimismo, Yellen articuló los desafíos de adoptar una postura de "ir por su cuenta" en política exterior y económica. Sugirió que tal enfoque sería ineficaz para promover los intereses de EE. UU., incluyendo hacer frente a las acciones de Rusia en Ucrania, mejorar la seguridad de la cadena de suministro o enfrentar las políticas industriales agresivas de China.
La secretaria del Tesoro también subrayó la importancia de mantener el comercio y la inversión con China en beneficio de las empresas y trabajadores estadounidenses, mientras abogaba por una relación económica equilibrada basada en la competencia justa. Reconoció las dificultades planteadas por las barreras de mercado y prácticas comerciales injustas de China, que pueden afectar negativamente a las empresas estadounidenses y extranjeras, alimentar el exceso de capacidad en industrias clave y hacer que los productores dependan de las cadenas de suministro chinas.
En su defensa de la política del presidente Joe Biden, Yellen mencionó los aumentos arancelarios específicos en importaciones estratégicas chinas como vehículos eléctricos, semiconductores y células solares. Señaló que los aliados de EE. UU. también están adoptando o considerando medidas similares, lo que indica un creciente consenso internacional que podría presionar a China para que modifique sus prácticas comerciales.
Reuters contribuyó a este artículo.
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