Santiago de Chile, 17 feb (.).- Latam Airlines (OTC:LTMAQ), el principal grupo aéreo de América Latina, anunció este jueves que retomará su operación de pasajeros entre Santiago de Chile, Auckland (Nueva Zelanda) y Sídney (Australia) a partir del 29 de marzo, tras haber estado interrumpidas a causa de la covid-19.
“Durante toda la pandemia hemos colaborado activamente con las autoridades para avanzar, de manera segura, hacia una reactivación de la industria. La reanudación de las rutas a Nueva Zelanda y Australia, son un paso más en el camino hacia una nueva normalidad", señaló Claudio Moro, gerente regional de mercadotecnia de Latam en un comunicado.
Para ingresar a Nueva Zelanda, los pasajeros deberán cumplir con requisitos específicos de entrada, que se verán flexibilizados en fases con la reapertura completa de sus fronteras prevista para octubre de este año, explicaron desde la aerolínea.
En el caso de Australia, desde el 21 de febrero se permitirá la entrada a todas las personas que cuenten con un certificado de vacunación contra la covid-19 que demuestre que completaron su esquema al menos 14 días antes de la salida de su vuelo.
Además, deberán completar una declaración jurada y presentar un resultado de examen PCR negativo realizado máximo 72 horas antes de la salida del vuelo.
Los pasajes ya se encuentran disponibles para venta al público en la página web del grupo, con una frecuencia de tres vuelos por semana.
Latam, nacida en 2012 de la fusión entre la chilena Lan y la brasileña Tam, volaba antes de la pandemia a 145 destinos en 26 países y operaba aproximadamente 1.400 vuelos diarios, transportando a más de 74 millones de pasajeros anuales.
Con la crisis sanitaria, la compañía redujo su operación hasta en un 95 % y concluyó el 2020 con una caída de sus ingresos operacionales del 58,4 % y una pérdida neta de 4.545,9 millones de dólares.
Tras este golpe económico, Latam -que cotiza en la Bolsa de Nueva York y en la de Santiago- se acogió de forma voluntaria en mayo de 2020 a la ley de Quiebras de Estados Unidos, una fórmula judicial que permite a una empresa que no puede pagar sus deudas reestructurarse sin la presión de los acreedores.