Por Sarah White y Jesús Aguado
MADRID (Reuters) - Caixabank prevé unas sinergias de 150 millones de euros brutos con la compra de Barclays España, una operación que pone fin al grueso de la reestructuración bancaria en España en el corto plazo si bien el nuevo mapa financiero en Europa podría seguir imponiendo nuevas operaciones de concentración.
Con la compra por 800 millones de euros de Barclays, que tiene activos de unos 21.600 en España, Caixabank eleva su balance en España a casi 360.000 millones de euros en activos y aumenta su peso en el sector de banca privada.
El consejero delegado de Caixabank, Gonzalo Gortázar, señaló el lunes que podría haber "algunas transacciones adicionales" a tres años vista pero no a corto plazo.
Según Daragh Quinn, analista de Nomura, "la mayor parte de la transacciones pendientes (en el sector) se ha realizado, si bien todavía hay algunas cajas de ahorros no cotizadas que podrían analizar salidas a bolsa y quizá todavía queda algún margen para una mayor consolidación", dijo, en relación al nuevo escenario que podría nacer tras el análisis a la banca europea que tendrá lugar en otoño de este año.
En dicho mes el Banco Central Europeo (BCE) se hará cargo de la supervisión bancaria en Europea de aquellas entidades con un volumen de activos superior 30.000 millones de euros tras la revisión de los balances bancarios.
"Dependerá del calendario, pero será interesante ver cómo salen paradas las pequeñas entidades en las pruebas de resistencia y si eso cambia el posible calendario para más consolidación si se identifican debilidades", agregó el analista.
Durante la actual crisis financiera en España ha desaparecido prácticamente la mitad de entidades del mapa bancario, en un sector que necesitó unos 41.300 millones de euros de fondos públicos europeos para sanear las cajas de ahorros, cuyos balances acumulaban un peso elevado de activos tóxicos como resultado del pinchazo de la burbuja inmobiliaria.
En este período Caixabank ha sido la entidad más activa en el proceso de consolidación tras comprar Caixa Girona en 2010, Bankpime en 2011, y las integraciones de Banca Cívica y de Banco de Valencia en 2012.
En el mercado, las acciones caían a las 13.06 horas un 0,5 por ciento a pesar de ejecutarse la operación con unos ratios de valoración inferiores a la media a la que cotizaban los bancos británicos y españoles.
Según datos de Caixabank, el valor en libros del patrimonio neto estimado para 2014 de la división española de Barclays alcanzó unos 1.700 millones, lo que implicaba un "price to book value" de 0,47 veces, frente a un ratio de 0,67 veces a los cotizaba la matriz, según datos de Thomson Reuters.
RACIONALIDAD DE COMPRA DE BARCLAYS
La compra de Barclays llega pocas semanas después de que Caixabank no se hiciera con el control de CatalunyaBanc (CX) en una operación en la que BBVA resultó ganador.
Para Caixabank la compra supone además seguir aumentado el peso en banca privada después de la compra en 2007 de este mismo negocio de Morgan Stanley en España.
Una fuente bancaria manifestó el lunes que la venta de la división española de Barclays, que está en proceso de desinversión de activos a nivel global, había atraído el interés de otros fondos de inversión y de sociedades de capital riesgo, si bien la oferta de Caixabank había sido la mejor.
En una presentación remitida a la CNMV, Caixabank dijo el lunes que la rentabilidad sobre la inversión de capital(ROIC en sus siglas en inglés) superará el 10 por ciento en 2016 y añadió que la operación le permitirá a Caixabank aumentar el beneficio por acción desde el primer año.
Además, los costes de reestructuración ascenderán a 300 millones de euros.
Caixabank, que espera cerrar la compra en diciembre de 2014 o en enero de 2015, dijo que la compra tendría un impacto de unos 75 puntos básicos sobre el ratio de capital de máxima calidad en términos de Basilea III "fully loaded". La entidad contaba a finales de junio con un ratio de core capital "fully loaded" de 12,4 por ciento y tras la operación de compra tendría un ratio de capital fully loaded del 11,6 por ciento.
El acuerdo, pendiente de la aprobación de las autoridades de competencia, excluye el negocio de banca de inversión y de tarjetas.
Barclays, que en 2013 registró pérdidas en España pero volvió al territorio de ganancias en la primera mitad de este año, incurrió con la venta de su división española en unas pérdidas de 500 millones de libras después de impuestos, según explicó la entidad británica.
Con la operación, el grupo catalán incorpora 550.000 nuevos clientes, 270 oficinas y casi 2.400 empleados, dijo la entidad, adquiriendo un grupo que a junio de 2014 contaba con 18.400 millones de euros en préstamos netos y 9.900 millones de depósitos de clientes.
(Información adicional de Robert Hetz, Editado Tomás Cobos)