Tokio, 19 sep (.).- El Banco de Japón (BoJ) decidió mantener su política monetaria al término hoy de su reunión mensual para hacer un seguimiento de los efectos de sus recién introducidos ajustes con los que busca lograr su esquiva meta inflacionaria del 2 %.
La junta de política monetaria del banco central nipón decidió por mayoría de 7-2 mantener la tasa negativa del -0,1 % en los tipos de interés a corto y medio plazo y una tasa de referencia a largo plazo de en torno al 0 %, y se reafirmó en su propósito de mantenerlas en niveles bajos "por un período prolongado de tiempo".
La entidad también mantuvo sin cambios su programa de compra de activos de riesgo, en el que decidió por mayoría seguir comprando bonos estatales por valor de unos 80 billones de yenes (unos 610.000 millones de euros) al año para mantener el rendimiento del bono japonés a 10 años (principal referente de los tipos a largo plazo).
El BoJ decidió además por unanimidad seguir adquiriendo fondos cotizados e inmobiliarios para que su cartera engorde al año unos 6 billones y 90.000 millones de yenes (45.700 y 686 millones de euros) e incrementando el valor de su portafolio en bonos corporativos a corto y largo plazo a un ritmo anual de 2,2 y 3,2 billones de yenes (16.800 y 24.400 millones de euros).
El banco central japonés mantuvo su evaluación de que la economía de Japón se está expandiendo "moderadamente" gracias a un aumento de las exportaciones y la inversión corporativa, así como un incremento del consumo privado, que espera que estimule una subida "gradual" de los precios hacia su meta del 2 %, explicó en un comunicado.
El BoJ decidió en su reunión previa de julio ajustar su programa de compra de bonos estatales para llevar a cabo sus adquisiciones de forma flexible, en función de las condiciones de mercado, y con el objetivo de lograr la meta de tipos de interés a largo plazo.
Los cambios, los primeros de esta índole que la entidad introdujo desde 2016 en el programa que ha aplicado durante los últimos cinco años, fue una reacción a las críticas de que sus compras masivas de bonos estaban absorbiendo liquidez y distorsionando el mercado.
El BoJ mencionó en su declaración de hoy los riesgos que suponen para sus previsiones las políticas macroeconómicas de Estados Unidos y "su impacto en los mercados financieros globales", así como "las consecuencias de los movimientos proteccionistas y sus efectos", y las negociaciones de la salida del Reino Unido de la Unión Europea.
Los economistas temen también que la economía nipona, que creció un sólido 3 % en el trimestre de abril a junio, se vea perjudicada por la subida de aranceles acometida por la Administración de Donald Trump, así como por los últimos desastres naturales que han afectado áreas industriales del oeste y norte del archipiélago nipón.