Por Andrew MacAskill y Muvija M
LONDRES, 22 oct (Reuters) -Boris Johnson regresó a Reino Unido el sábado mientras considera un audaz intento de ganar un segundo mandato como primer ministro sólo semanas después de verse obligado a dimitir, pese a que algunos colegas advirtieron que su regreso podría crear más caos político.
Los posibles candidatos a sustituir a la primera ministra Liz Truss, que dimitió el jueves tras sólo seis semanas en el poder, se embarcaron en un frenético fin de semana de contactos para conseguir suficientes votos para entrar en la contienda por el liderazgo antes de la fecha límite del lunes.
Johnson, que se encontraba de vacaciones en el Caribe cuando Truss dimitió, no ha hecho ningún comentario público sobre una posible candidatura a su antiguo puesto. Sin bien ha recibido ya el apoyo de docenas de legisladores conservadores, necesita asegurar 100 votos para ser considerado.
El ministro de Comercio, James Duddridge, dijo el viernes que Johnson le había dicho que estaba "dispuesto". El sábado aseguró que Johnson ya contaba con 100 respaldos, aunque un recuento de Reuters lo situaba en unos 40, mientras que el exministro de Economía Rishi Sunak -por ahora el favorito de las casas de apuestas- superaba el centenar.
Solo la exministra de Defensa Penny Mordaunt ha declarado formalmente que se presentará a las elecciones, aunque el recuento de Reuters indicaba que solo tiene 22 apoyos antes de la fecha límite del lunes a las 13.00 GMT.
El próximo primer ministro -un cargo que habrá cambiado de manos tres veces en cuatro años- se enfrentará a una enorme bandeja de entrada después de que los planes económicos de Truss impactaron a los mercados de bonos, aumentaron los costos de endeudamiento del gobierno y añadieron más tensión a unos hogares y unas empresas que ya están luchando contra una crisis por el costo de la vida.
Johnson fue abucheado por algunos pasajeros en el avión hacia Reino Unido, según un reportero de Sky News que iba en el vuelo que llegó a Londres el sábado por la mañana.
Con una chaqueta oscura y una mochila, Johnson saludó a los fotógrafos en el aeropuerto de Gatwick de la capital antes de marcharse.
Sería un regreso sorprendente para el experiodista y exalcalde de Londres, que dejó Downing Street envuelto en un escándalo y diciendo que sus compañeros de partido "cambiaron las reglas a mitad de camino" para evitar que cumpliera un mandato completo.
PARTIDO POLARIZADO
La perspectiva del regreso de Johnson al gobierno polariza a muchos en el Partido Conservador, que está muy dividido después de haber visto salir a cuatro primeros ministros en seis años.
Para algunos legisladores conservadores, Johnson es un ganador de votos, capaz de atraer a todo el país no solo con su celebridad sino también con su marca de optimismo energético.
Para otros, es una figura tóxica que tendría dificultades para unir al partido y podría socavar los esfuerzos por construir un liderazgo estable para calmar a los agitados mercados financieros.
La exministra del Interior Priti Patel afirmó que su antiguo jefe tenía "el mandato para cumplir con nuestro manifiesto elegido y un historial probado de acertar en las grandes decisiones".
Andrew Bridgen, otro legislador conservador, dijo que podría dimitir del grupo parlamentario si Johnson vuelve y pidió a los conservadores que no creen un "culto a la personalidad" en torno a Johnson.
El exlíder del Partido Conservador William Hague dijo que el regreso de Johnson conduciría a una "espiral de muerte" para su formación.
Si Johnson consigue un número suficiente de votos, es probable que se enfrente a Sunak, que dimitió como ministro de Economía en julio, alegando que su antiguo jefe era incapaz de tomar decisiones difíciles.
Johnson está siendo investigado por la Comisión de Privilegios del Parlamento para determinar si mintió a la Cámara de los Comunes sobre las fiestas durante el confinamiento por el COVID-19. Si se descubre que hubo ministros que engañaron a sabiendas al Parlamento, se espera que dimitan.
La carrera se ha acelerado para que dure solo una semana. Según las normas, solo tres candidatos podrán llegar a la primera votación de los legisladores el lunes por la tarde y los dos últimos se someterán a un sufragio el viernes limitado a unos 170.000 miembros inscritos del Partido Conservador.
(Reporte adicional de Henry Nicholls; editado en español por Carlos Serrano)