Sao Paulo, 27 jul (.).- Brasil exportó este jueves su primer cargamento de 30.000 toneladas de litio "verde", procesado con métodos que reducen el impacto medioambiental, para la producción de baterías de vehículos eléctricos en China.
El vicepresidente de Brasil y ministro de Industria, Geraldo Alckmin, participó en Vitoria, capital de Espírito Santo (sureste) en el acto de embarque del mineral, y aplaudió el momento como "un nuevo capítulo de la minería y de la agenda de desarrollo sostenible brasileño".
Este litio "sostenible" fue procesado por Sigma Lithium, empresa con sede en Canadá que cotiza en el índice Nasdaq de la bolsa de Nueva York y entró esta semana en la bolsa de Sao Paulo, en unas instalaciones en el estado de Minas Gerais (sudeste) en las que ha invertido 3.000 millones de reales (unos 635 millones de dólares o 578 millones de euros).
Sigma Lithium aseguró en el anuncio que, a diferencia de las técnicas altamente contaminantes que habitualmente se utilizan en la extracción del litio en el mundo, su fábrica usó energía renovable y agua enteramente reciclada y se evitó utilizar químicos nocivos para reducir "al máximo" la huella medio ambiental.
Además, la minera afirmó que los residuos se usaron para fabricar tanto un producto derivado, que también se puede reaprovechar para la producción de baterías, como grava, con la que se pavimentaron carreteras rurales de la región.
"Brasil sube de categoría en el sector y pasa a ser el nuevo paradigma global de sustentabilidad socioambiental dentro de las cadenas globales de suministro de insumos para baterías de vehículos eléctricos", declaró en un comunicado la consejera delegada de Sigma Lithium, Ana Cabral.
Pese al procesamiento sostenible publicitado por la empresa, la explotación de donde se extrae el litio no deja de ser una mina a cielo abierto, con sus consecuentes impactos visuales y ecológicos sobre el entorno.
La empresa, que pretende producir 270.000 toneladas de litio al año en una primera fase y hasta 766.000 en una segunda, compite con otras mineras brasileñas y extranjeras con presencia en la región del Valle del Jequitinhonha, donde se concentra la mayoría de reservas del país.
Hace un año, el Gobierno del expresidente Jair Bolsonaro decretó una flexibilización de las exportaciones del litio, para las que antes se necesitaba una autorización previa, y así dar un impulso a un sector que puede atraer hasta 15.000 millones de reales en inversiones de aquí a 2030, según calculó en ese momento el Ministerio de Minas y Energía.
Pese a su mayor compromiso con las políticas medioambientales, el Ejecutivo del Luiz Inácio Lula da Silva está tratando de conjugar esa sensibilidad con el desarrollo de la industria minera.
Representantes del Gobierno viajaron en mayo a Nueva York para presentar en la sede del Nasdaq el proyecto "Valle del Litio", en referencia al Jequitinhonha, con el que pretenden atraer inversiones para la explotación de este mineral.
Brasil, uno de los principales productores de minerales como el hierro, es el décimo quinto país con mayores reservas identificadas de litio en el mundo, estimadas en 730.000 toneladas por el Servicio Geológico de Estados Unidos, en una lista que encabeza Bolivia, con 21 millones de toneladas.