El miércoles, Citi ofreció una evaluación de las perspectivas económicas de Turquía, haciendo hincapié en la importancia de una narrativa política creíble para la estabilidad financiera del país.
Según la empresa de servicios financieros, el futuro de las entradas de capital de alta calidad de Turquía y la estabilidad macroeconómica sostenida dependen de la capacidad del gobierno para promover una combinación convincente de políticas y reformas estructurales.
Citi reconoció el reciente endurecimiento de la política monetaria por parte de las autoridades turcas como un paso positivo hacia la recuperación de la confianza. Sin embargo, la empresa señaló que una mejora significativa de la confianza de los inversores requerirá una mayor relajación de las medidas reguladoras poco ortodoxas y un aumento de las reservas de divisas.
El análisis también puso de relieve las preocupaciones relativas a la política fiscal de Turquía, señalando que el déficit presupuestario previsto del 6,4% del PIB sugiere un enfoque indulgente. Aunque Citi no prevé una desviación de la senda de normalización en un futuro inmediato, advierte que la esperada ralentización de la actividad económica durante el segundo y tercer trimestres podría afectar a la progresión de la estabilización y las reformas estructurales necesarias.
El comentario de Citi subraya la importancia de una coordinación fiscal-monetaria prudente y de un programa de reformas bien estructurado para que Turquía logre una estabilidad económica duradera. La institución cree que sin estos pasos críticos, los esfuerzos del país para estabilizar su economía pueden verse comprometidos.
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