Deuda, inflación, salarios y empleo... Sabemos que es difícil entender cómo funciona la economía. Por eso, en cada episodio de Real Ecomony, le ofrecemos un ‘curso intensivo’ de un minuto de duración, para que se ponga al día, rápidamente. Así, explicamos los conceptos más importantes, y también, explicamos cómo reaccionan las políticas públicas ante los cambios, en la actualidad, y las tendencias económicas.
Para ello, Bryan Carter, periodista de Euronews, habla con Valdis Dombrovskis, vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea, en el Foro Económico de Bruselas 2023.
Durante el Foro Económico de Bruselas de este año, las ‘mentes’ más destacadas de Europa, y los responsables de la toma de decisiones, de ‘alto nivel’, acudieron en masa a la capital belga, para evaluar y debatir los retos económicos más acuciantes de la UE.
Los asistentes al principal evento económico, promovido por la Comisión Europea, expusieron sus opiniones sobre el panorama económico actual del bloque comunitario, los avances de Europa hacia una transición ecológica y digital, las desigualdades sociales, y la carrera por asegurarse el acceso a materias primas ‘críticas’.
Pero, ¿qué está haciendo Europa al respecto? En este último curso acelerado analizamos las medidas que está tomando la UE para responder a nuestras principales preguntas.
¿Cuáles son las previsiones económicas de Europa?
En sus últimas previsiones económicas, publicadas en febrero de este año, la Comisión Europea elevó las perspectivas de crecimiento, y redujo ligeramente las previsiones de inflación, concluyendo que la economía de la UE escapará, por poco, a la recesión prevista el pasado otoño.
Se prevé que el PIB crezca un 0,8 % en 2023, y un 1,6 % en 2024. En la ‘zona euro’, está previsto que el crecimiento aumente un 0,9 % este año, y un 1,5 % el próximo.
Además, se prevé que la inflación general baje del 9,2 % en 2022, al 6,4 % en 2023, y al 2,8 % en 2024, en la Unión Europea. En la ‘zona euro’, se prevé una desaceleración del 8,4 % en 2022, que se situará en torno al 5,6 % en 2023, y alrededor del 2,5 % en 2024.
El descenso del consumo de gas, unido a una mayor diversificación de las fuentes de suministro, ha hecho que el precio de referencia del gas en Europa caiga por debajo de su nivel anterior a la guerra.
Y, a pesar de las ‘sacudidas’ causadas por la crisis energética y la consiguiente inflación récord, la desaceleración del tercer trimestre de 2022 fue más leve de lo previsto.
En el cuarto trimestre, la economía de la UE registró un amplio estancamiento, en lugar de la contracción del 0,5 % prevista el pasado otoño.
Los mercados laborales también se han comportado bien, y la tasa de desempleo de la UE se mantuvo, en febrero, en su mínimo histórico del 6,0 %.
¿Está invirtiendo Europa en cualificación para el futuro?
En un momento en que la UE trata de garantizar la buena marcha de la doble transición: ecológica y digital, y en el contexto del Año Europeo de las Competencias, la Comisión Europea adoptó en abril dos propuestas, para apoyar a los Estados miembros en su camino hacia una ‘transición digital sistémica’.
La primera propuesta de ‘Recomendación del Consejo sobre los factores clave que propician el éxito de la educación y la formación digitales’, pretende reducir la brecha digital, que se ha ampliado a raíz de la crisis de la COVID-19, impulsando una educación y una formación digitales, de alta calidad, inclusivas y accesibles.
La segunda propuesta de ‘Recomendación del Consejo sobre la mejora de la oferta de competencias digitales en la educación y la formación’, pretende mejorar las competencias digitales y la enseñanza, en la Unión Europea.
Para ello, invita a los Estados miembros a fijar objetivos graduales y a centrarse, específicamente, en ayudar a los ‘grupos prioritarios’, o de ‘difícil acceso’.
Los Estados miembros pueden conseguirlo, garantizando la oferta de informática de alta calidad en las escuelas, desarrollando las competencias digitales de los adultos, y abordando la escasez de profesiones relacionadas con las Tecnologías de la Información.
¿Cómo afronta Europa sus desigualdades sociales?
En febrero, la Oficina Estadística de la Unión Europea, Eurostat, informó de que la tasa de desempleo en la Unión Europea es de solamente el 6 %.
Eurostat también descubrió que, en 2021, unos 95,4 millones de personas (más de una de cada cinco), en la UE, se encontraban en riesgo de pobreza o exclusión social.
Mientras los europeos soportan la carga del ‘coste de la vida’, y la crisis energética, la Comisión Europea presentó en abril, propuestas legislativas para aplicar lo que se describe como la "reforma más completa de las normas de gobernanza económica de la UE, desde las secuelas de la crisis económica y financiera".
Las propuestas pretenden "reforzar la sostenibilidad de la deuda pública y promover un crecimiento sostenible e integrador, en todos los Estados miembros, mediante reformas e inversiones".
La Comisión Europea espera que las nuevas normas ayuden a controlar los niveles de deuda pública, y también, a preparar mejor a la UE para los retos futuros, apoyando a los Estados miembros en su transición hacia una economía ecológica, digital, integradora y resistente.
La reforma simplificará la gobernanza económica:
- mejorando la responsabilización nacional, al dar a los Estados miembros más libertad para establecer sus propias ‘vías’ de ajuste presupuestario
- haciendo mayor hincapié en el plan único, a medio plazo, para crear un proceso coherente y racionalizado
- reforzando la aplicación de la normativa para garantizar que los Estados miembros cumplen con los compromisos que asumen en sus planes fiscales y estructurales.
La Comisión Europea quiere hacer frente a la dependencia de la UE de las ‘materias primas críticas’ importadas, diversificando y garantizando un suministro nacional, y sostenible, de ‘materias primas críticas’, que son clave para la Ley de Industria Neta Cero y para la industria digital, de Europa, así como para su industria aeroespacial y su sector de Defensa.
Aunque se espera que la demanda de ‘materias primas críticas’ aumente de manera notable, Europa depende, en gran medida, de las importaciones, a menudo, de proveedores de terceros países que tienen el monopolio del mercado.
Así lo puso de manifiesto la escasez, tras la pandemia de COVID-19, y la crisis energética que siguió a la invasión de Ucrania por parte de Rusia.
En marzo, la Comisión Europea propuso un amplio conjunto de acciones en la Ley Europea de Materias Primas Fundamentales, cuyo objetivo es dotar a la UE de las herramientas necesarias para garantizar el acceso de la UE a un suministro seguro y sostenible, de ‘materias primas críticas’, principalmente, a través de:
- el establecimiento de prioridades claras de actuación: la identificación de tecnologías importantes para las aspiraciones ecológicas y digitales de Europa, y para las aplicaciones espaciales y de Defensa
- la creación de cadenas de suministro de ‘materias primas críticas’ de la UE, seguras y sólidas
- garantizar que la UE pueda mitigar los riesgos de suministro, supervisando las cadenas de suministro y coordinando la gestión de las ‘existencias’, entre los Estados miembros
- invertir en investigación, innovación y cualificación, con instituciones como la ‘Academia de Materias Primas’, para fomentar la cualificación pertinente para la mano de obra, en las cadenas de suministro de ‘materias primas críticas’
- proteger el medioambiente, mejorando la sostenibilidad de las ‘materias primas críticas’
- diversificar las importaciones de ‘materias primas esenciales’
- intensificar las acciones comerciales, incluida la creación de un ‘Club de Materias Primas Críticas’, entre países afines que están dispuestos a reforzar las cadenas de suministro mundiales
- seguir desarrollando asociaciones estratégicas