Lisboa, 28 jul (EFE).- El Gobierno portugués anunció hoy la creación de un techo al gasto del Estado, que lo reducirá además en un diez por ciento en 2012, y la liberalización de los servicios de electricidad y gas a partir de enero de 2013.
Para cumplir el calendario de reformas y medidas de austeridad comprometido en el rescate financiero del país, el Ejecutivo conservador luso fijo hoy el calendario de liberalización de la comercialización de energía, que empezará a partir de julio de 2012.
Seis meses después, todos los clientes finales de electricidad y gas estarán en condiciones de optar por el régimen de precios libre, informó el secretario de Estado luso de la Presidencia, Luis Marques Guedes, tras un consejo de ministros celebrado hoy.
Los servicios de electricidad y gas están en Portugal en manos de empresas con control o participación del Estado y los precios para los consumidores están regulados oficialmente casi en su totalidad.
En enero de 2013, según el calendario gubernamental, más de cinco millones de hogares dejarán de contar con tarifas reguladas y se abastecerán en el nuevo mercado libre de esos servicios.
El recorte del gasto del Estado también aprobado hoy fue anunciado por el ministro de Finanzas, Vítor Gaspar, que no dio detalles sobre el alcance de la medida pero señaló que supondrá una "racionalización de la gestión de los recursos" públicos.
El Estado luso no podrá gastar en 2012 más de 36.230 millones de euros, según el proyecto de ley aprobado por el Gobierno, que supone un recorte del 10 por ciento en relación a este año.
El presupuesto de 2011 también será reducido, según anunció anteriormente el Ejecutivo, para encajar desvíos que se calculan en unos 2.000 millones de euros.
Gaspar afirmó que debe realizarse en Portugal "una alteración profunda" del funcionamiento y organización de Administración y "repensar las funciones del Estado", el cual habrá áreas en las que ya no deberá estar presente.
El ministro también ratificó que esta semana se decidirá la privatización del Banco Portugués de Negócios (BPN), intervenido hace tres años, y cuya venta fue comprometida también en los acuerdos de la ayuda financiera a Portugal.
La UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) concedieron en mayo 78.000 millones de dólares para evitar la quiebra del Estado luso por la presión de los mercados sobre su deuda soberana.
A cambio el país quedó obligado a aplicar un estricto programa económico para recibir esos fondos durante tres años. EFE