Quito, 30 nov (.).- El ministro ecuatoriano de Economía y Finanzas, Pablo Arosemena, ha trasladado hoy al Fondo Monetario internacional (FMI) que su Gobierno vetará totalmente la derogatoria aprobada anoche por la Asamblea Nacional a la reforma tributaria.
En un desayuno con integrantes de la Cámara Oficial Española de Comercio e Industria de Quito, el ministro se refirió a la decisión de la Asamblea como un "bomba" que provocaría la pérdida "de mil millones de dólares" al presupuesto, algo que, incluso, podría poner en riesgo el acuerdo con el FMI, dijo.
No obstante, recalcó que el jefe de Estado, Guillermo Lasso, vetará totalmente la decisión de la Asamblea "por inconstitucionalidad" y eso "nos deja tranquilos".
"Ayer hablé con el FMI y hoy he estado hablando con el FMI, y hoy el presidente va a hablar con la presidenta del Fondo también, para dar esa tranquilidad", dijo Arosemena al ser consultado por EFE sobre las repercusiones de la decisión de la Asamblea de cara al acuerdo con el FMI.
El ministro apuntó que, aunque tienen treinta días para el veto, era importante aclarar la situación ante el FMI "porque nosotros trabajamos en equipo con los multilaterales, con el Banco Mundial, con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID),con el Fondo Monetario".
"Ellos nos apoyan con recursos al 2% de interés, cuando para colocar bonos soberanos hoy tendremos que hacerlo casi que al 20%", dijo al asegurar que Ecuador tiene con el FMI "una relación muy fluida" e interesa "tener la información clara".
Para "tranquilidad de todos: No vamos a tener ningún problema porque lo vamos a vetar, pero esa información tiene que fluir porque si no alguien puede tener una mala interpretación de las cosas", subrayó.
Este martes, con 100 votos a favor de 129 asambleístas presentes, el Legislativo dio el paso de derogar la reforma tributaria justo un año después de que el Gobierno de Lasso sacase mediante un decreto la "Ley Orgánica para el Desarrollo Económico y Sostenibilidad Fiscal tras la Pandemia de Covid-19".
El suplemento fiscal era requerido para aumentar la recaudación del Estado, como parte del programa crediticio que Ecuador mantiene con el FMI, por valor de 6.500 millones de dólares, y que culmina a final de año.
La reforma tributaria modificó los rangos de los impuestos a la renta para las personas y redujo ostensiblemente las deducciones en gastos, de 14.000 a 5.000 dólares.