Por Leika Kihara
TOKIO, 19 dic (Reuters) -El Banco de Japón mantuvo el martes su política monetaria ultralaxa en una medida ampliamente esperada, subrayando la preferencia de los responsables de política monetaria por esperar más pistas sobre si los salarios aumentarán lo suficiente como para mantener la inflación de forma duradera en torno a su objetivo del 2%.
El banco central tampoco introdujo cambios en sus orientaciones de política monetaria, desvaneciendo las esperanzas de algunos operadores de que modificara el lenguaje para señalar el fin a corto plazo de los tipos de interés negativos.
El gobernador del Banco de Japón, Kazuo Ueda, explicó que, aunque los precios y los salarios parecían ir en la dirección correcta, la situación seguía siendo incierta.
"La posibilidad de que la inflación tendencial se acelere hacia nuestro objetivo de precios está aumentando gradualmente", declaró Ueda en una rueda de prensa posterior a la reunión. "Pero todavía tenemos que analizar si se producirá un ciclo positivo de salarios-inflación".
En la reunión de dos días que finalizó el martes, el BOJ mantuvo su objetivo de tipos a corto plazo en el -0,1% y el del rendimiento de la deuda pública a 10 años en torno al 0%. También mantuvo sin cambios la banda superior flexible del 1,0% fijada para el rendimiento de la deuda pública a 10 años.
"El BOJ no dudará en tomar medidas de flexibilización adicionales si es necesario", dijo el BOJ en un comunicado, añadiendo que la incertidumbre con respecto a la economía era "extremadamente alta".
El yen caía ampliamente y los futuros de las acciones japonesas avanzaban tras la decisión del BOJ de aplazar la retirada gradual de los estímulos.
Se espera que el gobernador Ueda ofrezca una rueda de prensa a las 15.30 horas (06.30 GMT) para explicar la decisión de política monetaria.
Japón lleva más de un año con una inflación superior al 2% y algunas empresas han señalado que están dispuestas a seguir subiendo los salarios, lo que aumenta las posibilidades de un cambio de política a corto plazo.
En julio, el Banco de Japón relajó su control sobre los costes de los préstamos a largo plazo elevando el tope fijado para el rendimiento de los bonos a 10 años. En octubre, el tope se redujo a una referencia flexible, en una señal de que Ueda avanzaba con paso firme hacia el desmantelamiento del estímulo radical de su predecesor.
Más del 80% de los economistas encuestados por Reuters en noviembre esperan que el Banco de Japón ponga fin a su política de tipos negativos el próximo año, y la mitad de ellos pronostican abril como el momento más probable. Algunos ven la posibilidad de un cambio de política en enero.
Los analistas afirman que al Banco de Japón le puede resultar más fácil actuar en meses como enero y abril, cuando publica un informe trimestral de perspectivas con nuevas previsiones de crecimiento y precios.
"El Banco de Japón no ha actuado esta vez porque necesitaba nuevas proyecciones como prueba de que se estaba consolidando un ciclo virtuoso de inflación y salarios", dijo Naomi Muguruma, economista jefe de mercado de Mitsubishi UFJ (TYO:8306) Morgan Stanley (NYSE:MS) Securities.
"Esperamos que el Banco de Japón abandone por completo la política de tipos negativos y el control de la curva de rendimientos en enero, cuando estén disponibles las nuevas proyecciones trimestrales", afirmó.
Pero un entorno de política monetaria mundial en marcado cambio puede complicar la decisión del BOJ, ya que los bancos centrales de EEUU y Europa están dando señales de que ya no van a subir los tipos.
Según algunos analistas, subir los tipos en un momento en que otros bancos centrales los están recortando podría provocar una subida del yen que perjudicaría a los beneficios de los grandes fabricantes y les disuadiría de subir los salarios.
(Información de Leika Kihara; editado por Sam Holmes; editado en español por Javi West Larrañaga)