WASHINGTON - El Banco Mundial ha anunciado hoy un importante impulso financiero para Pakistán con la aprobación de una financiación de 350 millones de dólares. Esta financiación se destina a la segunda operación de Instituciones Resilientes para una Economía Sostenible (RISE-II) del país, cuyo objetivo es fortalecer el marco económico de Pakistán y estimular el crecimiento sostenible.
La iniciativa RISE-II, dirigida por Derek H.C. Chen, está diseñada para mejorar la gestión fiscal y vigorizar la vitalidad del mercado, áreas clave que se espera contribuyan a la resiliencia y sostenibilidad generales de la economía de Pakistán. El Directorio Ejecutivo del Banco Mundial ha dado hoy luz verde a este importante paquete de ayudas, mostrando así su confianza en las medidas propuestas y en su posible impacto en el panorama económico de Pakistán.
Las iniciativas del programa RISE-II incluyen reformas críticas de la política fiscal, como la mejora de la gestión fiscal a través de una mayor coordinación y transparencia en la gestión de la deuda. También se centra en reformas de la fiscalidad de la propiedad encaminadas a una expansión económica integradora. Por otra parte, los planes también abarcan la mejora de los objetivos de gasto y medidas de estímulo de la inversión, como la reducción de las cargas fiscales, el fomento de la transparencia del sector financiero, la promoción de la adopción de pagos digitales y el aumento de las oportunidades de exportación mediante la reducción de los derechos de importación.
Este apoyo financiero del Banco Mundial llega en un momento crucial en el que Pakistán se esfuerza por fortalecer sus instituciones económicas y garantizar un crecimiento sostenible. Según Chen, el período postelectoral se considera una ventana clave para abordar el riesgo de los ciclos económicos persistentes. Los objetivos abarcan el restablecimiento del equilibrio macroeconómico, la reforma de los marcos fiscales, el aumento de la lucidez del sector financiero, el fomento del uso de los pagos digitales para el desarrollo, el estímulo de las exportaciones mediante reformas arancelarias, el refuerzo de la fiscalidad del sector inmobiliario y la mejora de la transparencia de la deuda.
Sin embargo, en medio de estos esfuerzos, las previsiones del Banco Mundial sugieren una disminución inminente de las remesas pakistaníes por debajo de los 22.000 millones de dólares en 2024 debido a la escalada de las crisis financieras y al cambio de preferencia del público hacia los canales informales de envío de remesas debido a la erosión de la confianza. Despreciar esta oportunidad crucial para la reestructuración puede perpetuar patrones económicos volátiles de parada y arranque.
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