Sao Paulo, 27 dic (.).- El índice de desempleo en Brasil se situó en un 11,2 % en el trimestre que acabó en noviembre, lo que supone su menor nivel este año, aunque todavía afecta a 11,9 millones de personas, informó este viernes el Gobierno.
En el trimestre que terminó en noviembre, la tasa de brasileños en paro bajó 0,7 puntos porcentuales frente al trimestre concluido en agosto y 0,4 puntos porcentuales con respecto al mismo periodo del año pasado, según los datos del estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
La caída en la tasa de desempleo entre septiembre y noviembre fue consecuencia sobre todo de la apertura de plazas de trabajo temporales en el comercio por las fiestas de fin de año, indicó el IBGE.
Con un crecimiento del 0,8 %, la población ocupada llegó a 94,4 millones de personas en noviembre respecto a agosto, pero sólo 33,4 millones eran trabajadores formales, que cuentan con todos los derechos laborales previstos en la ley.
Durante la recesión sufrida entre 2015 y 2016, cuando la economía brasileña se desplomó un 7 %, ni las compras navideñas fueron capaces de impulsar la generación de puestos temporales esperadas para esta época del año, apuntó el estudio.
A partir de 2017, sin embargo, el comercio acompañó la tímida recuperación de la mayor economía de Sudamérica y, este año, ha consolidado un "movimiento positivo" en noviembre, gracias a algunas fechas puntuales, como el Viernes Negro y la anticipación de las compras de fin de año, de acuerdo al IBGE.
De los 785.000 puestos de trabajo creados entre septiembre y noviembre, 338.000 se produjeron en el sector del comercio, lo que representa un alza del 1,8 % frente a los tres meses concluidos en agosto.
No obstante, pese a la mejora, el Instituto alertó de que la informalidad igualmente registró récords en el país.
Entre septiembre y noviembre, el número de brasileños que trabajan por cuenta propia creció un 1,2 % frente a agosto, con lo cual la población ocupada informal totalizó 38,8 millones de personas.
Los resultados reflejan la lenta pero gradual recuperación de la economía brasileña, que tras la recesión vivida entre 2015 y 2016, comenzó a ensayar una recuperación en 2017, cuando creció un 1,1 %, porcentaje que se mantuvo en 2018.
Para 2019, tanto el Gobierno como el mercado esperan un crecimiento del producto interior bruto (PIB) en torno al 1 %, aunque son más optimistas de cara al año próximo, para el que prevén una expansión cercana al 2 %.