Londres, 23 may (.).- El Reino Unido evitará entrar en recesión en 2023 y se espera que su economía mantenga un "crecimiento positivo", indicó este jueves el Fondo Monetario Internacional (FMI) en una actualización sobre las perspectivas para el país.
No obstante, el organismo admitió que la perspectiva de crecimiento para el Reino Unido es "moderada" al estimar que el alza se situará este año en torno al 0,4 %.
El pasado abril, el FMI había estimado que la producción económica del Reino Unido podía sufrir una contracción del 0,3 %.
Se espera que la caída de los precios de la energía ayude a reducir "sustancialmente la inflación interanual a alrededor del 5 % para fines de 2023, y por debajo del objetivo del 2 % para mediados de 2025", indicó el FMI.
La inflación interanual británica está en el 10,1 %, muy por encima del 2 % que tiene marcado el Banco de Inglaterra.
La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, tuiteó hoy que "las autoridades del Reino Unido han tomado medidas decisivas para impulsar la estabilidad macroeconómica y financiera y se centran en la lucha contra la inflación y en las reformas para impulsar la productividad, la oferta laboral y la inversión".
Según los datos divulgados a principios de este mes por la Oficina nacional de estadísticas (ONS), el producto interior bruto (PIB) británico creció el 0,1 % en el primer trimestre de 2023, frente al 0,0 % del trimestre anterior.
El ministro británico de Economía, Jeremy Hunt, dijo hoy que el pronóstico del FMI es una "gran mejora" para las perspectivas de crecimiento del Reino Unido y da crédito a sus medidas para restablecer la estabilidad y controlar la inflación.
El ministro defendió las acciones del Gobierno y resaltó que, si dan resultado, "el FMI confirmará que nuestras perspectivas de crecimiento a largo plazo son más sólidas que las de Alemania, Francia e Italia".
El Gobierno británico ha optado por no recortar impuestos mientras que el Banco de Inglaterra ha dispuesto incrementos de los tipos de interés para controlar la inflación.
La ONS informó hoy de que la deuda neta acumulada británica se situó a finales de marzo en 2,53 billones de libras (2,9 billones de euros), un 99,2% del producto interior bruto (PIB) del país, un nivel no visto desde principios de los años 1960.
Durante ese mes, el endeudamiento llegó a 25.600 millones de libras (29.440 millones de euros), 11.900 millones de libras (13.685 millones de euros) más que en abril del año pasado, según la ONS.