Por Takaya Yamaguchi, Tetsushi Kajimoto y Gertrude Chavez-Dreyfuss
TOKIO/NUEVA YORK, 2 may (Reuters) - El yen se apreciaba frente al dólar en las primeras horas de la sesión asiática del jueves por lo que los operadores sospechaban que se trataba de otra ronda de intervenciones de las autoridades japonesas para frenar una fuerte caída de la divisa, con el nivel de 160 considerado como una línea de defensa clave.
El dólar caía bruscamente a 153 yenes, desde 157,55 yenes, por razones que no quedaron claras de inmediato, pero los operadores y analistas se apresuraron a decir que se trataba de una venta de dólares ordenada por el Ministerio de Finanzas de Japón para apoyar una moneda que languidece en mínimos de 34 años.
El último movimiento se produjo en un periodo tranquilo para el par de divisas, tras el cierre del mercado bursátil estadounidense y con la reunión de política monetaria de la Reserva Federal finalizando horas antes.
El dólar ya estaba en retroceso después de que el presidente de la Fed, Jerome Powell, confirmara que el sesgo del banco central era hacia recortes en las tasas de interés, incluso si el momento se ha retrasado por la inflación persistente.
"No hay duda de que el Ministerio de Finanzas intervino", dijo Daisaku Ueno, estratega jefe de FX en Mitsubishi UFJ (TYO:8306) Morgan Stanley (NYSE:MS) Securities, quien dice que los responsables han establecido 160 yenes por dólar como su "línea de defensa final".
"La intervención de esta mañana es la prueba de que las autoridades japonesas intervendrán a cualquier hora del día y cualquier día del año", añadió. "Seguirán interviniendo".
Además, el académico de la Universidad de Columbia y exejecutivo del Ministerio de Finanzas Takatoshi Ito dijo a Reuters que era plausible que las autoridades japonesas intervinieran para señalar que consideran que 160 yenes por dólar es su línea en la arena.
El yen se ha visto presionado por la subida de los tipos de interés en Estados Unidos y el mantenimiento de los tipos japoneses cerca de cero, lo que ha provocado la salida de efectivo del yen hacia activos de mayor rentabilidad.
La presión se ha intensificado desde marzo, a medida que disminuían las expectativas de recortes de tipos de la Reserva Federal, lo que ha reforzado la posición del yen como moneda de financiación barata.
Al ser contactado por Reuters, el viceministro japonés de Finanzas para Asuntos Internacionales, Masato Kanda, que supervisa la política monetaria, dijo que no tenía comentarios sobre si Japón había intervenido en el mercado.
Un portavoz del Tesoro estadounidense declinó hacer comentarios sobre el movimiento del par de divisas.
La semana pasada, Yellen dijo a Reuters que las intervenciones monetarias solo eran aceptables en "circunstancias muy inusuales y excepcionales", cuando los mercados estaban desordenados y presentaban una volatilidad excesiva.
DESAFÍO
La dificultad para detener la caída del yen ha quedado patente por la velocidad a la que la divisa ha invertido la dirección tras su repunte.
A las 0240 GMT, el yen caía más de un 1%, a 155,90 por dólar, cediendo más de la mitad del terreno ganado durante la noche.
El yen sigue perdiendo cerca de un 10% frente al dólar en lo que va de año, en un contexto de repliegue de las expectativas de recortes de tipos a corto plazo por parte de la Reserva Federal, mientras que el Banco de Japón ha señalado que irá más despacio en su política monetaria tras la primera subida de tipos desde 2007 en marzo.
La diferencia entre los rendimientos de la deuda pública a largo plazo en ambos países es de 376 puntos básicos, lo que contribuyó a que el yen alcanzara el lunes su nivel más bajo desde abril de 1990, 160,245 por dólar.
Ese hito también provocó un fuerte repunte del yen, que según los datos oficiales de principios de semana se debió a la intervención japonesa por un total de unos 35.000 millones de dólares, cerca de una cifra récord. El Ministerio de Finanzas se ha negado a decir si estaba detrás de este movimiento.
(Información de Tetsushi Kajimoto, Takaya Yamaguchi y Makiko Yamazaki en Tokio; información adicional de Alden Bentley en Nueva York y Lisa Pauline Mattackal en Bengaluru; redactado por Kevin Buckland; editado por Ira Iosebashvili, Chang-Ran Kim y Sam Holmes; editado en español por Javi West Larrañaga)