Elon Musk, consejero delegado de Tesla (NASDAQ:TSLA) viajó a Pekín invitado por el Consejo Chino para la Promoción del Comercio Internacional, en un momento en el que los coches de Tesla fabricados en China han superado la normativa sobre seguridad de datos.
Al parecer, en las conversaciones mantenidas con el primer ministro chino, Li Qiang, se habló del permiso para transferir datos al extranjero, un asunto que ha creado cierta aprensión en el país al surgir dudas sobre qué datos puede recopilar la empresa estadounidense, y del lanzamiento del programa informático de conducción autónoma completa.
La gigafactoría de Tesla en Shanghái, la primera planta de fabricación de automóviles de la compañía fuera de Estados Unidos, entregó alrededor de 947.000 vehículos el año pasado.
La visita de Musk se produce en un momento en el que los fabricantes de automóviles de todo el mundo están promocionando sus últimos modelos, los eléctricos en particular, en el Salón del Automóvil de Pekín.
Las cifras de la Asociación China de Fabricantes de Automóviles muestran que el mercado del país asiático representa casi el 65% del total mundial de ventas de vehículos eléctricos urbanos.