Túnez, 22 nov (.).- El Ministerio de Comercio de Túnez anunció este miércoles que congelará a partir de mañana los precios de una serie de productos de gran consumo mientras impondrá un precio máximo a alimentos esenciales para tratar de frenar la inflación, situada en el 8,6 %, y paliar la pérdida del poder adquisitivo de los ciudadanos.
Los productos cuyo coste no podrá modificarse serán las conservas, bollería, refrescos y zumos, derivados lácteos, artículos para el hogar e higiene personal así como materiales de construcción. En este sentido, el Departamento pidió a las empresas productoras e importadoras de estos sectores que propongan un estudio sobre el coste y condiciones generales de venta.
Asimismo el Gobierno fijará el margen máximo de beneficio entre distribuidores y proveedores entre el 5 % y el 10 % de la facturación, dependiendo de si su precio es regulado por las autoridades.
El ministerio pidió a las partes interesadas que tengan en cuenta el poder adquisitivo de los ciudadanos y eviten "de abstenerse de abastecer el mercado, de alejarse de los canales legales o de subir los precios, lo que expondrá a sus autores a la máxima sanción legal", señaló en un comunicado.
Esta medida para limitar el coste de la cesta básica es habitual en el mercado tunecino, en especial durante periodos de gran consumo como Ramadán, pero en el último año los supermercados han sufrido escasez de numerosos productos- en su mayoría subvencionados por el Estado- como azúcar, café, arroz, harina, pasta o leche.
El presidente Kais Said, que se arrogó plenos poderes en julio de 2021 para "preservar la paz social", ha acusado a sus detractores y grupos de presión de formar parte de redes de contrabando, que se sirven del monopolio y la especulación para sembrar el "caos" en el país. Además, ha instado a los comerciantes a bajar sus precios como prueba de su "patriotismo".
Por su parte, la poderosa central sindical UGTT achaca esta penuria a la falta de recursos del Estado para importar productos del extranjero y reducir de manera encubierta los subsidios por lo que exige al Ejecutivo asumir su responsabilidad ante la crisis, con una deuda pública récord del 80 % del PIB.
A mediados de octubre, Said destituyó al ministro de Economía, Samir (CSE:SAM) Saied, tras declarar que el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) sería vital para obtener la financiación extranjera necesaria para restablecer su economía.
El programa de reformas presentado por el anterior Gobierno, con el que alcanzó a finales de 2022 un acuerdo inicial- actualmente suspendido- por valor de 1.900 millones de dólares, incluía la retirada de subvenciones a los productos de primera necesidad y carburantes, la privatización de algunas empresas públicas y la reducción de la masa salarial de la Administración pública.