Bruselas, 16 jun (.).- Hungría amenaza con vetar la propuesta para introducir un tipo mínimo del 15 % en el impuesto de sociedades a las multinacionales en la Unión Europea (UE) pese a que en marzo había apoyado la medida tras conseguir que se introdujesen ciertos cambios.
Budapest sería el único país que bloquearía el acuerdo que intentarán lograr mañana por tercera vez los ministros de Economía y Finanzas de la UE, después de que Polonia haya levantado el veto que mantenía hasta ahora contra la medida, según indicaron fuentes europeas.
"El momento en el que Polonia ha confirmado que está lista para adoptar el texto, Hungría ha indicado ayer que se oponía", explicaron este jueves.
Budapest ha argumentado que la evolución de la situación económica justifica que se tome más tiempo para acordar la iniciativa, unos argumentos que, según las citadas fuentes, no son "convincentes" puesto que no reclaman cambios de fondo y que "han sorprendido" a la Comisión Europea y al resto de Estados miembros.
"Hungría había obtenido disposiciones específicas (...) y por tanto no había impacto negativo sobre Hungría", han indicado, en referencia a la concesión que incluyeron los socios en el texto de compromiso que permitirá que la llamada regla de inclusión de rentas (RIR) en inglés sea voluntaria durante cinco años.
Asimismo se retrasó un año, hasta el 1 de enero de 2024, la fecha prevista de entrada en vigor de la norma, lo que permitió solventar las reticencias de Hungría y Estonia y posteriormente de Suecia y Malta.
Los socios recibieron, además, garantías adicionales de que esta parte del acuerdo de la OCDE -conocida como Pilar 2- estaría vinculada a la introducción del nuevo sistema tributario para las empresas digitales -el Pilar 1 del acuerdo internacional-.
Salvadas las reticencias de estos países, solo Polonia bloqueaba hasta ahora el acuerdo sobre el impuesto mínimo, basándose precisamente en esta necesidad de ligar ambos pilares, pero Varsovia ha levantado su veto de cara a la reunión de ministros de mañana, en la que se prevé que los socios aprueben el plan de recuperación de Varsovia después de que la Comisión Europea diese su visto bueno.
Aunque no existe relación formal entre ambas cosas, fuentes comunitarias reconocían durante estos meses que las reticencias de Varsovia estaban "informalmente" relacionadas con la descongelación de sus fondos de recuperación y se da la circunstancia de que Bruselas todavía no ha aprobado el plan húngaro.
La iniciativa busca implementar en la UE el acuerdo sellado por 137 países en la OCDE para fijar un tipo mínimo efectivo del 15 % a las multinacionales que facturen más de 750.000 millones de euros al año, con el fin de evitar que las empresas trasladen sus beneficios a paraísos fiscales para reducir su factura tributaria.
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