Por Alessandro Albano
Investing.com - Con la inflación de Estados Unidos de abril de vuelta a su ritmo de hace exactamente dos años —mucho antes de la invasión rusa de Ucrania—, hay una cifra que ha sido subestimada.
Se trata del llamado componente subyacente, es decir, del que se excluyen tanto los alquileres como los alimentos y la energía, que cayó del 5,8% de marzo a un 5,1% interanual y, por primera vez desde septiembre de 2022, por debajo de la inflación subyacente, que subió al 5,5% frente al 5,6% del mes anterior.
Lo que ha alimentado principalmente la rebaja de la inflación subyacente ha sido la desaceleración del componente de asistencia médica, mientras que los alquileres, que representan más del 30% de toda la cesta, empiezan a mostrar los primeros tímidos signos de ralentización.
Antonio Cesarano, estratega jefe global de Intermonte, señala en una nota de investigación que se trata de "una tendencia que reduce la presión sobre la Fed para que implemente nuevas subidas de tipos en junio y julio", pero al mismo tiempo aumenta "la percepción de un exceso de expectativas del mercado sobre la hipótesis de un recorte de tipos a finales de año, estimado en unos 100 puntos básicos".
Según el Barómetro de Tipos de la Fed de Investing.com, que mide los futuros de los fondos federales a 30 días, las probabilidades de un recorte de tipos en la reunión del mes que viene son de más de un 84%. De cara a la reunión de septiembre, quizás con demasiado optimismo dados los datos del mercado laboral del viernes, los futuros apuntan a unas probabilidades de 50-50 de que se produzca un recorte de tipos de 25 puntos básicos.
Centrándose en los bonos, Cesarano explica que la lectura de los precios "permite a los tipos estadounidenses reducir a corto plazo la subida que había llevado los tipos a 10 años del 3,30% al 3,53% en pocos días".
Además, para el experto de Intermonte, es importante destacar que el comportamiento de hoy también se ve afectado por "la marcada reducción de la oferta de bonos corporativos estadounidenses con grado de inversión, tras unos 28.000 millones de dólares emitidos en los dos primeros días de la semana (incluidos 5.250 millones sólo por parte de Apple (NASDAQ:AAPL)) antes de los datos de hoy".
"El flujo de emisiones podría reanudarse en los próximos días, lo que podría volver a impulsar temporalmente los tipos con dos niveles de resistencia clave en la zona de 3,55%-3,65%. De cara a la segunda mitad del año, se mantienen las expectativas de un marcado descenso de los tipos, que en el caso de los bonos a 10 años podrían bajar hasta el 2/2,5% de aquí a finales de año, a la vista de la esperada recesión de Estados Unidos inducida por la contracción del crédito y el consiguiente descenso de la demanda de crédito, según se desprende de la reciente encuesta Senior Loan Officer Opinion publicada por la Fed", añade.
Intermonte señala a continuación que "el nivel de soporte clave a vigilar de cara al hipotético inicio de la recesión es la zona del 3,30% en lo que se refiere a los bonos estadounidenses a 10 años".