Por Shinji Kitamura y Yoshifumi Takemoto
TOKIO, 22 oct (Reuters) - Japón intervino en el mercado de divisas el viernes para comprar yenes por segunda vez en un mes, después de que la moneda alcanzó un mínimo de 32 años cerca de 152 unidades por dólar, según dijeron a Reuters un funcionario gubernamental y otra persona conocedora del asunto.
Japón ha estado intentando apuntalar la maltrecha moneda mientras el banco central mantiene las tasas de interés ultrabajas, contrarrestando una tendencia mundial de endurecimiento de la política monetaria y ampliando la brecha con los tipos estadounidenses.
Después de que el dólar subiera a 151,94 yenes, su nivel más alto desde 1990, la intervención hizo que la moneda nipona bajara más de siete yenes, hasta un mínimo de 144,50 unidades. El billete verde acabó cediendo un 1,8%, a 147,34 yenes.
El Ministerio de Finanzas intervino en varias etapas desde alrededor de las 21:35 hora local (1235 GMT), dijo una fuente.
"Mantenemos nuestra postura de estar preparados para tomar las medidas apropiadas contra la excesiva volatilidad de las divisas", dijo el primer ministro Fumio Kishida a los medios el sábado tras reunirse con su homólogo australiano, Anthony Albanese, reiterando que no se podía tolerar esa volatilidad.
Kishida agregó que "no haré ningún comentario detallado sobre las divisas" al ser preguntado sobre la intervención del viernes.
El principal diplomático japonés en materia de divisas, Masato Kanda, tampoco quiso decir si el Ministerio de Finanzas había intervenido.
"No vamos a comentar ahora si hemos realizado o no una intervención", dijo Kanda, viceministro de Finanzas para Asuntos Internacionales, a Reuters el sábado, diciendo que es una postura mantenida por el ministerio en las últimas semanas.
Añadió que el ministerio no confirmará si hubo una intervención durante algún tiempo, lo que indicaba una posible "intervención furtiva" para entrar en una guerra de nervios contra los inversores que venden el yen.
El Ministerio de Finanzas también compró yenes el 22 de septiembre, cuando los inversores se centraron en la creciente divergencia entre la política monetaria ultralaxa del Banco de Japón y las agresivas subidas de tasas de la Reserva Federal estadounidense.
El ministro de Finanzas, Shunichi Suzuki, y Kanda han señalado en repetidas ocasiones la disposición del gobierno a intervenir, advirtiendo de la excesiva volatilidad. Suzuki dijo antes de la intervención del viernes que las autoridades estaban dispuestas a actuar "de forma estricta" contra los especuladores.
Muchos agentes del mercado dudan de que Tokio pueda invertir la tendencia a la baja del yen con una intervención en solitario, incluso a pesar de los 1,33 billones de dólares de reservas de divisas de Japón.
Las potencias industriales del Grupo de los Siete acordaron este mes vigilar de cerca la reciente volatilidad, pero no llegaron a indicar que estuvieran preparadas para una intervención conjunta.
Japón compró la cifra récord de 3,6 billones de yenes (24.000 millones de dólares) en la acción de septiembre, según cálculos de las empresas de corretaje del mercado cambiario tokiota.
(Reporte de Shinji Kitamura, Yoshifumi Takemoto, Tetsushi Kajimoto, Kiyoshi Takenaka y Kentaro Sugiyama; escrito por Sakura Murakami y Leika Kihara; editado en español por Carlos Serrano)